El desborde de personas en la Casa Rosada hizo que el velorio de Diego Armando Maradona, quien falleció ayer a los 60 años, tuviera que suspenderse casi dos horas antes de lo estipulado.
La ceremonia, que iba a finalizar a las 19, debió finalizar por los disturbios de los fanáticos y el desmedido accionar de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Los lamentables hechos se produjeron esta tarde en la intersección de la 9 de Julio y Avenida de Mayo, lo que generó cruces entre el Gobierno nacional y el de la CABA.
Luego de dos horas de tensión con el cordón que se formó para cortar el ingreso del público a la fila para llegar hasta la Casa Rosada se produjo una nueva y fuerte represión policial contra los fanáticos del ídolo.
Los efectivos volvieron a dispersar a la gente con balas de goma y gases lacrimógenos, tanto hacia el sur como hacia el norte y también para el lado del Congreso de la Nación.
Desde el Poder Ejecutivo Nacional (PEN), indicaron que "cuando el horario de finalización se acercaba, varias personas que estaban en la fila comenzaron a saltar las rejas para ingresar de manera irregular. Ante esa situación, se suspendió por unos minutos el ingreso. Cuando se volvió a habilitar algunas personas ingresaron rápidamente, sin cumplir las indicaciones del personal a cargo".
"Por ello, la Casa Militar habilitó un conducto de salida por el Patio de las Palmeras y la Explanada, donde permanecieron con cánticos durante unos minutos. Una vez que se controló de manera pacífica la situación, la familia transmitió su deseo y voluntad de dar por concluida la ceremonia", sentenciaron.
Los restos mortales del campeón del mundo en México 1986 fueron trasladados al Cementerio de Bella Vista.