Desde que se detectaron los ingresos de las langostas a la región NOA y a nuestra provincia los trabajos realizados de manera conjunta entre los técnicos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), los Gobiernos provinciales y los productores -junto a todos los encargados y operarios rurales en monitoreo, seguimiento y control- se desarrollaron sin descanso, con el único objetivo de bajar la densidad poblacional de la plaga. Así lo destacó el director regional del Senasa NOA-Sur, Eduardo Castro.
“En Tucumán, en Santiago del Estero y en Catamarca realizamos diversas labores destinadas a seguir la manga, a individualizarla, a marcar la zona de su asentamiento y a aplicar los productos químicos para su control, con aplicaciones terrestres o aéreas, de acuerdo a la circunstancia de la zona a controlar”, explicó Castro. Precisó que si existe población se aplica con equipos terrestres y, si se puede -es decir, si no hay en las cercanías personas o animales-, se apica por vía aérea. “Por supuesto que todo es monitoreado por los sistemas del Senasa para saber si hay colmenas, criaderos de aves y población rural antes de decidir qué acción tomar”, detalló. Contó que los trabajos de control se realizaron fundamentalmente en el departamento de Burruyacú y en los límites con las provincias vecinas a este. “Esta semana se intensificaron los controles en la zona de Choromoro, en el departamento de Trancas”, agregó. Castro destacó el denodado esfuerzo del personal de Senasa dedicado a seguir las langostas y la fundamental colaboración de los productores, que en todo momento ayudaron en la logística y en el financiamiento de las labores.