China se prepara para su primer alunizaje

China se prepara para su primer alunizaje

La nave Chang’e-5 traerá rocas para investigación tras 40 años. ¿Vuelos tripulados en 2030?

PROTAGONISTA. Esta es Change’e-5, la encargada buscar rocas en la Luna. PROTAGONISTA. Esta es Change’e-5, la encargada buscar rocas en la Luna.
17 Noviembre 2020

A fin de mes, una nave espacial china viajará a la Luna. La misión, denominada Chang’e-5, es la última de una serie de viajes cada vez más complejos que encaró la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), luego de que por primera vez en la historia una nave terrícola se apoyó en la cara oculta de nuestro satélite, informa la sección Noticias de la revista Science. “Llevarlo al siguiente nivel y traer muestras de la Luna implica una capacidad tecnológica significativa”, dijo Carolyn van der Bogert, geóloga planetaria de la Universidad de Münster, Alemania.

Se espera que Chang’e-5 despegue el 24 de noviembre desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Wenchang, en la isla de Hainan. Su lanzamiento original, planeado para 2017, debió retrasarse a causa de una falla en el motor del cohete de lanzamiento, pero la misión de Chang’e-5 no ha cambiado: debe recolectar polvo y rocas de una región que no había sido explorada por las misiones lunares anteriores del lado cercano de la Luna, y traerlos a la Tierra.

Si la misión tiene éxito, obtendrá el primer material lunar desde las misiones estadounidenses y soviéticas en las décadas de 1960 y 1970. “El lugar de aterrizaje se eligió con suma sabiduría”, resaltó a Science Harald Hiesinger, también geólogo de la Universidad de Münster.

La búsqueda

El Chang’e-5 está formada por un módulo de aterrizaje, un ascendente, un orbitador y un retorno. Cuando la nave entre en la órbita lunar, la pareja aterrizaje-ascendente se separará y se dirigirá hacia Mons Rümker, un complejo volcánico de 1.300 metros de altura en la región norte de Oceanus Procellarum, visible desde la Tierra. Allí perforará hasta los dos metros de profundidad y con un brazo robótico recogerá unos 2 kilos de material, que se almacenará en el ascendedor. Descenso y ascenso se harán durante el día lunar (unos 14 terrestres) para evitar temperaturas extremas, explicó Clive Neal, geocientífico de la Universidad de Notre Dame, en Indiana.

Una vez que el ascendedor esté de nuevo en órbita, las muestras se transferirán al sector que regresa. “Esta cita en vuelo será compleja y un buen ensayo para la exploración humana futura”, señaló James Carpenter, de la Agencia Espacial Europea en Noordwijk, Países Bajos. No es un dato menor: China planea enviar personas a la Luna alrededor de 2030. Cuando esté cargado el material, Chang’e-5 iniciará la vuelta con el módulo de aterrizaje en paracaídas rumbo a una zona del norte de China, probablemente a principios de diciembre. La mayoría de las muestras irán el Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de China, en Beijing, dice Li Chunlai, diseñador jefe adjunto de la misión Chang’e-5. Una parte se almacenará a salvo y otra será para exhibición pública, pero no está claro si algunas muestras saldrán del país (Ver “Carrera...”).

Perspectivas evolutivas

Las muestras pueden llenar un vacío importante en el saber sobre la actividad volcánica de la Luna. Las rocas obtenidas hace 40 años sugerían que esa actividad alcanzó su máximo hace 3.500 millones de años, luego se apagó. Pero las observaciones posteriores de hallaron regiones que donde haber lava volcánica formada hace mil o dos mil millones de años. “Si las muestras de Chang’e-5 confirman que la Luna todavía estaba activa durante este tiempo, reescribiremos su historia”, dice Xiao.

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Normalmente, la Administración Nacional del Espacio de China apoya la colaboración científica y brinda a investigadores extranjeros acceso a las muestras, si trabajan con científicos chinos, explicó Xiao Long, geólogo planetario de la Universidad de Geociencias, de Wuhan, que participó en la selección del lugar donde la nave entrará en contacto con la Luna. Harald Hiesinger, geólogo de la Universidad de Münster, espera que el acceso a las muestras sea similar al que tienen otros investigadores con rocas recolectadas por las misiones Apollo. Pero Xiao advirtió que los científicos chinos no pueden acceder a esas muestras porque el gobierno de EE.UU. restringe la colaboración directa de la NASA con China.

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