La caja de resonancia del pueblo se hizo eco del reclamo de los empleados de comercio, que no son de las últimas semanas. En los últimos dos años ingresaron al menos cuatro proyectos a la Legislatura con intenciones de modificar la Ley N° 6.040 (desarrollo de las actividades de comercio y servicios en todo el territorio de la provincia) y establecer nuevos horarios de atención. Sin embargo, no hay una postura única al respecto.
De las iniciativas que pasaron por mesa de entradas de Muñecas 951, hay dos que tienen por objeto que se implemente el horario corrido de atención: una presentada en junio por Tulio Caponio (PJ), y otra del bancario Eduardo Bourlé, de 2019. La primera fija un horario de atención de 9 a 18, con una hora (de 13 a 14) para almorzar, y sábados de 9 a 13. La segunda, en tanto, impulsa que sea de 9 a 17, y sábados de 9.30 a 13.30.
Caponio hace hincapié en los argumentos en que de ese modo se mejorará la calidad de vida de los empleados, cita como ejemplos a Buenos Aires, Córdoba y Rosario, pero también lo que ocurre en Estados Unidos y en México. A su vez, remarca que el cambio reduciría los costos de traslado y los riesgos de regresar de noche a casa, entre otros. Bourlé, en tanto, hace hincapié en su propuesta en que los sueldos son bajos en la actividad y que de ser corrido el horario se gastarán menos boletos.
En abril, el republicano Juan Rojas presentó una iniciativa para que entre abril y octubre, inclusive, la actividad comercial toda se desarrolle de modo continuo, de 9 a 17, y los sábados hasta las 13. Entre noviembre y marzo, propone que no haya restricciones en el horario (brindando la posibilidad de desdoblar la atención), siempre que se respete los derechos de los trabajadores. En los argumentos, Rojas hace hincapié en siete beneficios: se afianza la cultura de grandes ciudades; mejora en la calidad de vida de los empleados; mayor seguridad; se economizará el transporte; descongestión en el tránsito; favorecerá el consumo del turista; y contribuirá al ahorro energético.
El legislador Roberto Palina (Partido de los Trabajadores) presentó también en junio una propuesta similar, para que el horario de atención del comercio sea de manera corrida, de 10 a 18, pero sólo entre abril y septiembre; el resto de los meses, de 8 a 12 y de 17 a 21. “Nuestra provincia cuenta con un régimen climático que hace imposible establecer un horario laboral único para los empleados; el establecimiento de dos horarios diferenciados no sólo redundará en beneficios de la gran masa trabajadora, a los consumidores, sino que también traerá algunos beneficios adicionales para las familias tucumanas todas”, argumentó.
Mario Casali y Ricardo Bussi, de Fuerza Republicana, también ingresaron en junio una propuesta que, curiosamente, es la que fijó el COE: horario libre siempre que se respeten las horas de trabajo de los trabajadores de la actividad comercial. "Limitar u obligar a determinadas actividades comerciales a que permanezcan abiertas durante una franja horaria, lejos de producir un bienestar, traería aparejados aumentos de costos operativos y cierres de negocios, con la consecuente pérdida de fuentes de trabajo", señalaron.