11 Noviembre 2020
“Los de afuera son de palo”, les dijo el jugador uruguayo Schubert Gambetta a sus compañeros de la selección antes de la histórica final ante Brasil en el Mundial de 1950. El Maracaná estaba colmado de hinchas brasileños y abanderados en esa frase, los uruguayos consiguieron anularlos y lograron el histórico título. Actualmente, el fútbol argentino (y el mundial, por qué no) vive una época en la que los de afuera (es decir, los hinchas) son aún menos que de palo: los de afuera directamente no están. Los partidos se juegan sin público, lo cual entrega una realidad clara como el agua: los locales ya no ganan tanto y el visitante cada vez la tiene más fácil.
No parece ser una buena noticia para Atlético que desde el viernes empezará una serie de tres partidos consecutivos en el Monumental: el viernes recibirá a Unión desde las 21.15, y a Racing y Arsenal en los fines de semana subsiguientes.
Según un registro del periodista y estadígrafo Mauricio Coccolo, desde que llegó la covid-19 y el fútbol se juega sin público en las tribunas de los torneos nacionales, los visitantes ganaron el doble de los partidos que los locales. La decisión de jugar sin público se remonta a marzo, cuando el virus era una amenaza y por precaución, se decidió jugar la primera fecha de la Copa de la Superliga a puertas cerradas. En total, en esa primera fecha (Atlético no jugó debido a la no presentación de River), ganó solo un equipo local, empataron dos y perdieron siete. La elipsis hasta la actual Copa Liga Profesional es de más de siete meses pero los datos son similares: los locales ganaron siete partidos, empataron ocho y perdieron nueve. En total: ocho triunfos para los que juegan en casa, el doble (16) para los que hacen las veces de visitantes y 10 empates.
Dentro de esos 16 triunfos están los dos de Atlético, justamente. El equipo de Ricardo Zielinski comenzó el torneo de la mejor manera: goleando a Racing en Avellaneda (4-1) y ganándole sobre la hora a Arsenal en Sarandí (2-1). No hay nadie mejor que los “Decanos” para entender que jugar de visitante ya no incluye la presión del público local con todo lo que eso implica.
Algunos estadios optaron por poner el aliento de los hinchas grabado a través de los parlantes del estadio para simular la presencia. Otros, como Atlético, pusieron cientos de metros de fotos de sus hinchas para dar la impresión de su presencia. La mayoría pone las banderas que suelen estar durante los partidos. Sin embargo, nada puede equiparar a la presencia del público local.
“Tenemos que hacernos fuertes en nuestra cancha”, pedía Lucas Melano antes de la revancha contra Independiente en la Copa Sudamericana. Quizás se trató de un acto fallido o de la sincera creencia de que el estadio, por más vacío que esté, le es familiar al dueño de casa y pone incómodo al visitante. Nada de eso pasó en el partido y el “Rojo” estuvo mucho más cerca de ganarlo que el “Decano”. Eso, incluso cuando los números de la condición de local y visitante son diferentes en los torneos internacionales pero ahora no vienen al caso.
¿Cómo hacerle sentir presión a Unión el viernes? Difícil saberlo pues al parecer estarán en iguales condiciones. Atacarlo desde un comienzo es una opción, pero el público apoyando y empujando es un ingrediente importante en esos ataques. Lo mismo cuando el equipo local es el asediado y necesita salir. ¿Cuántas veces el aliento ayudó?
En este nuevo escenario de canchas vacías y en silencio, hay algo muy marcado: el local ya no gana tanto. Atlético deberá tratar de ser la excepción a esta nueva regla.
¿Llega el “Bicho”?
Nicolás Aguirre sigue trabajando para recuperarse de su fascitis plantar y cada vez está mejor, pero quizás el partido del viernes sea prematuro para hacerlo jugar. El plantel se entrenará hoy por la mañana en Ojo de Agua.
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