Maradona ya suplica por volver al ruedo

A los tres días de que los médicos le hicieran durante una cirugía un pequeño agujero en el cráneo debido a un hematoma subdural, Diego Maradona ya quiso abandonar la clínica. “La verdad, es que lo retuvimos”, reconoció su médico personal, Leopoldo Luque. “El 10” no sabe vivir de otra manera, más que al límite, a veces sin medir las consecuencias, tal como lo hacía en la cancha, pero hace tiempo su salud no estaba tan frágil y expuesta como en los últimos días. De la operación, Maradona evoluciona favorablemente, pero la delicada situación del campeón mundial 1986 requiere mucha cautela. “La idea es que permanezca internado para ser sometido a un tratamiento por un cuadro de abstinencia”, añadió el médico.

La exigencia de alta que hace Maradona al equipo de médicos se solventa en que se siente muy bien. En la jornada de ayer, recibió la visita de sus hermanas e hijas. Estuvo viendo la agónica clasificación de Lanús derrotando a San Pablo por la Copa Sudamericana. Incluso ya dejaron de pasarle suero y puede ingerir alimentos sólidos. Si hubo algo negativo en el día, fue que Diego Junior, el hijo napolitano de Maradona, no pudo viajar hacia el país. Luego de cumplir con los protocolos por la pandemia, el hisopado por coronavirus del futbolista dio resultado positivo, al igual que el de su esposa.

Luque señaló además que Maradona está mucho más lúcido. “Puede caminar, habla conmigo, se lo nota mucho más claro” y atraviesa un postoperatorio muy bueno”, detalló a la prensa el médico.

Especulando con que el ex técnico de la Selección insista en querer abandonar su internación luego del tratamiento al que será sometido, los médicos ya tienen establecido que seguirá con los mismos cuidados, pero de manera domiciliaria. El lugar elegido sería Campos de Roca, un barrio cerrado de la localidad de Brandsen en el que el actual entrenador de Gimnasia de La Plata posee una casa.