Paola Tacacho fue muy feliz mientras tuvo vida y su familia también. Hasta el 30 de octubre de 2020, a las 21. Eso es lo que quiere que recuerden Mariela Tacacho, la mamá de la profesora de Inglés asesinada el viernes pasado por su acosador y femicida, Mauricio Parada Parejas. Y en este presente que es puro desconsuelo e impotencia, a esa mamá la destroza más todavía que a horas de partir para Salta, ciudad de origen de la familia Tacacho, el gobernador de Tucumán Juan Manzur no la haya llamado.
“Me siento muy mal y no ayuda este gobierno. Quería remarcar esto: el señor Gobernador jamás levantó el teléfono para saber cómo estábamos o en qué nos podía ayudar. ¿Acaso estoy equivocada? Creo que es lo que correspondía”, dice Mariela a LA GACETA.
La familia Tacacho llegó a Tucumán horas después de que recibieran la peor noticia de todas. El viaje desde Salta lo organizaron su hermana y un sobrino. Desde el sábado dormía en el departamento que alquilaba Paola. “Los de la inmobiliaria nos dieron el tiempo que necesitáramos para entregar el departamento. Pero lo hicimos rápido. Hoy lo dejamos. Hoy nos llevamos las pertenencias de mi hija. Es que necesitamos hacer el duelo en Salta, nuestra ciudad, para estar tranquilos y rodeados de afecto”, detalla la mamá. Y está destrozada. Lo vuelve a decir. Pero cuando recuerda a su hija, o le pedimos que la describa para poder recordarla así, la palabra amor se repite: “era trabajadora, buena persona y amiga. Sembró mucho amor, mucho”.
Sobre la propuesta de Ley Paola, para que se castigue el acoso, Mariela cree que ya es tarde para su familia y para Paola. “Ojalá se modifiquen las leyes, para que ninguna mujer en el futuro vuelva a padecer el calvario que sufrió mi hija. No sólo es necesario mejorar las leyes, sino supervisar que los jueces y fiscales cumplan con su función, sin minimizar las causas o desestimarlas con liviandad o por connivencia con otros poderes del estado o económicos”, detalla ahora con la voz bien firme.
Pero antes de partir a su ciudad natal, tiene un pedido: “señor Manzur no le acepte la renuncia al asesino del juez Pisa. Porque si le acepta sería como matar dos veces a mi hija Paola”. Mariela es muy clara al hablar, no da vueltas.