05 Noviembre 2020
“Alberto Binder es un atrevido camuflado de intelectual”, aseveró el abogado Pedro Brito. El letrado cuestionó al jurista porteño, uno de los ideólogos del nuevo Código Procesal Penal de Tucumán, por las declaraciones que brindó a LA GACETA en la entrevista que se publicó en nuestra edición dominical.
“En el caso de Leiva se juega el futuro de la Justicia: nadie puede hacerse el tonto”, aseveró el constitucionalista, quien también reivindicó el nuevo digesto. “El modo oscuro y laberíntico de funcionamiento de la Justicia penal ayuda a la generación de jueces que normalizan el secreto, la ilegalidad y las influencia del poder. Esa degradación es el resultado de muchas décadas de un modelo institucional avalado por una forma de enseñanza del Derecho y de organización de la abogacía. Hay que cambiar las reglas de juego para que ellas vayan formando un nuevo tipo de práctica judicial. Me alegra que Tucumán haya emprendido ese camino”, afirmó.
Brito, por el contrario, cuestiona severamente la obra procesal del especialista de Buenos Aires. “Ya en 2015 publicó en LA GACETA que todos los auxiliares penales éramos unos ‘cuitas’, cuando él mismo se comportaba como tal, desesperado por imponer su llamado ‘Código’”, marcó el letrado.
El tucumano objeta que Binder “hable de ‘conflictos’, cuando el Código Penal regula delitos. Los conflictos en el ámbito reservado al Derecho Civil”, manifestó.
“Estamos ante un verdadero despropósito. No tenemos un Código Procesal Penal, sino uno Civil. Y esto es así desde el momento en que acepta el criterio de ‘oportunidad’, que permite al imputado ‘comprar’ el sobreseimiento luego de coaccionar a la víctima para conciliar. Acordado el convenio, se compra el sobreseimiento por el pago de una suma cierta en dinero”, aseveró.
“El Derecho Penal tutela a la sociedad con total prescindencia de la víctima. Los ‘conflictos’ entre particulares son ámbito del Derecho Civil”, insistió Brito, para sostener que el nuevo Código provincial “prescinde de la sociedad y da prevalencia a a la víctima”.
Brito sostuvo, además, que el digesto aprobado por la Ley 8.933 “es violatorio de los Derechos Humanos. Es una copia del de Chile, que se vincula con la Constitucion dictada por Augusto Pinochet, la cual está en vías de modificarse. Aquí ya no hay juez natural, ni principio de legalidad, ni retroactividad de la ley en los términos del artículo 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ni derecho de defensa, ni debido proceso. Es que ya no hay proceso porque no hay juzgamiento”, argumentó.
“El caso de Leiva expresa la pelea sobre el rumbo de la Justicia penal y me consta que hay muchos tucumanos que no quieren más este Poder Judicial oscuro, que responde a los favores personales, las influencias y el lobby. Lo que hay que hacer es tomar una posición ya. Es necesario decir de qué lado se está”, había dicho Binder. “Le respondo que estoy del lado de los derechos humanos, aniquilados por su Código”, respondió Brito.
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