La marcha por Paola Estefanía Tacacho, la maestra de inglés que fue asesinada por su acosador, exhibió muchas emociones entre los presentes: el dolor de la familia y allegados, el cariño que sus alumnos le profesaban, y la impotencia de la comunidad de mujeres Ni Una Menos que acompañó y reiteró su exigencia: “basta de matarnos, basta de femicidios”.
El viernes a las 21, Tacacho, de 31 años, fue asesinada de seis puñaladas por Mauricio Parada Parejas, quien tenía 13 denuncias asentadas en la Justicia y una orden de restricción que no respetaba. El crimen ocurrió en Monteagudo al 500, en el barrio Norte de la capital y el asesino acosaba a su víctima desde 2015.
“Basta de encubrir a abusadores, violadores y femicidas. Exigimos cambios radicales dentro del Estado. Tenemos un cuerpo de leyes vigentes desde hace años que protegen a las mujeres, pero hacen falta cambios estructurales para que dejen de existir los femicidios. Le exigimos al Estado que haga cumplir las leyes, que la Legislatura sancione las leyes que aún no se aplican en Tucumán y que se destine el presupuesto para dar cumplimiento, exigimos que la Justicia se capacite en violencia de género para que ya no haya jueces que liberan abusadores, legisladores y senadores que están acusados pro abuso sexual y que siguen ocupando sus bancas. Es una demanda a los tres poderes del Estado”, argumentó Milagros Mariona. En simultáneo, sus compañeras de lucha pedían que el magistrado Francisco Pisa afronte un juicio político por haber absuelto a Parada Parejas en al menos una de las 15 causas que Paola le había iniciado.
“Estoy destrozado”
La familia de la profesora prefirió no hablar públicamente durante el reclamo de justicia. Sí se expresó Marcelo Rodríguez, un colega y amigo de Tacacho. “Vivo con mucho dolor desde el viernes, no puedo creer la injusticia, yo la acompañé a ella estos últimos cinco años, fui a la fiscalía y me presenté como testigo. Me llamaron muchas veces a declarar. Hoy estoy simplemente destrozado”, definió el joven que ocultaba sus lágrimas tras unos lentes de sol.
“Ella era una excelente persona, una gran profesora, una mujer muy estudiosa y trabajadora que hablaba tres idiomas. Eficiente por donde se la mire. Yo la quería mucho, fue una compañera de vida para nosotros”, describió Rodríguez. El profesor agregó: “No tengo mucho para decirle a la Justicia, acudimos a ella durante cinco años, hicimos todo lo que se suponía que teníamos que hacer. No hicimos más que hacer denuncias, fuimos ingenuos al creer que se iban a hacer cargo”. El amigo de Paola instó además a entender sobre la problemática de violencia de género en el país. “Mi amiga está muerta, la violencia de género es real y es injusta, ella padeció y la mataron por algo que los hombres no sufrimos. A ‘Estefi’ este tipo le iba limitando la vida de a poquito, primero tuvo que cerrar sus redes sociales y así siguió. En las últimas vacaciones ella me dijo: ‘me siento tranquila porque no estoy en Tucumán’, y era por el miedo que le tenía a Parada Parejas”, concluyó.
Un legado
Luciana, una de las alumnas de Tacacho, recordó a la docente con mucho afecto. “Ella nos hacía reír, y aunque sus clases eran más demandantes de lo que esperábamos, había espacio para los chistes y las anécdotas. Siempre pudimos ser sinceros y hablar de nuestros problemas de adolescentes con ellas, referidos a nuestros grupos de amigos, familia o escuela. Ella se preocupaba por nosotros, tenía la mente abierta y decía lo que pensaba. Hasta a mí me sorprendía su capacidad para darse cuenta cuando alguien estaba mal,”, describió la adolescente con un emotivo discurso.
“Me alegro de haber conocido a la mujer valiente y poderosa que era y que siempre será. Hoy desearía que hubiese podido cumplir sus sueños. No sé cómo podemos terminar el año con algo así, pero también sé la esperanza que tenía en nosotros y su deseo de que lleguemos lejos. Querida miss Paola, usted me enseñó a superarme y a no tener miedo de decir lo que pienso, a lo mejor fui una alumna más entre sus tantos estudiantes de inglés en el colegio y el instituto, pero usted no fue una profesora más para mí”, concluyó la joven con profundo llanto.
Los alumnos de la primaria del colegio San Patricio también homenajearon a Tacacho con una carta. (Producción periodística: Santiago Re)