“Tengo la impresión que Argentina está en un punto donde podemos ver un horizonte de salida. La vacuna está cerca y con la vacuna vamos a poder evitar lo que está viviendo Europa: la segunda ola del coronavirus”. Hace una semana, el presidente Alberto Fernández dio por hecho que nuestro país se adelantaría a una segunda ola con la presencia de la tan ansiada vacuna. Y ayer la noticia se confirmó cuando desde el Gobierno informaron la compra de 25 millones de dosis a Rusia que llegarían entre fines de diciembre y principios de enero. Pero, ¿es la solución final a la pandemia que estamos viviendo? Y, por otra parte, ¿evitarán esas vacunas la llegada de una segunda ola del virus?
El inmunólogo Alfredo Miroli afirma que las vacunas ya están, y que sólo falta un trámite administrativo para poder comprarlas y adquirirlas. “La de Rusia (que es la que compraría Argentina) está aprobada. Realizada en el centro de investigaciones epidemiológicas y microbiología Gamaleya, el mejor del mundo que hizo la vacuna contra el ébola, o la de la gripe A. Si no cometemos errores burocráticos soy muy optimista al respecto. En marzo ya deberíamos tener que estar vacunando. Nosotros estamos bajando la primera ola”, advirtió.
El especialista aseguró que el virus que ya está circulando por Europa no es el que nosotros conocemos como Covid 19, sino que ya mutó. “Es el Covid 20 EU 1. La tasa de letalidad de la Covid 19 es alta, dos de cada 100, lo cual no es un buen negocio para el virus. Así la nueva cepa será mucho más contagiosa, pero menos virulenta. Lo que pasa es que en el número total de fallecimientos será una cifra alta”, indicó. “Por eso -agregó- tenemos que portarnos mejor que nunca y no dejar de atender a las disposiciones como el uso del barbijo, o el distanciamiento social o el lavado de manos. Eso nunca tenemos que dejarlo de lado, pero yo tengo una fe ciega en la ciencia”.
Vacaciones peligrosas
Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, también considera que antes de la segunda ola llegará la vacuna. “Va a llegar primero la vacuna. Estamos esperando que en enero o febrero tengamos esa posibilidad. La segunda ola la vamos a tener en las provincias cuando la gente empiece a volver de las vacaciones, sobre todo si en los lugares de vacaciones tienen brotes y en las provincia no puede contenerlos. Si la costa o las zonas turísticas no los pueden contener bien, entonces es probable que al volver a diferentes distritos, si no están haciendo actividades de prevención o de mitigación de esta segunda ola es probable que se vuelvan a producir contagios”, explicó el especialista a LA GACETA. Sued aseguró que “debemos seguir trabajando todos juntos en los mismos frentes, preparándonos para los planes de vacunación, y en segundo lugar manteniendo la comunicación para que la gente recuerde que debe estar a dos metros, con barbijo, no juntarse con gente que no es de su propia familia con la que convive, evitar los lugares cerrados, boliches, restaurantes, en la parte de adentro y reducir al máximo las actividades que no son imprescindibles”.
Falta de certidumbre
Con él también coincidió el infectólogo Javier Farina (junto a Sued forma parte del equipo de asesores del presidente Alberto Fernández. “Argentina tiene que hacer un gran esfuerzo para llegar a la accesibilidad de la vacuna antes de la segunda ola, la verdad que sí se espera una eventual segunda ola, aunque tampoco se sabe a ciencia cierta si va a pasar, que es muy probable”, dijo. “Si tendríamos una segunda ola en marzo o abril sería muy importante que genere la mejor cantidad de contactos posibles. Es importante que cuanto más retrasemos la inseminación masiva del brote más chances vamos a tener de llegar a una vacuna con el menor daño posible a la población. Van a estar muy juntas las dos cuestiones, es importante lo que hagamos durante el verano como país y como sociedad y los primeros meses posteriores al verano”, aclaró.
En ese sentido, la epidemióloga Angela Gentile repitió para LA GACETA un concepto que había vertido en el sitio Infobae: “La posibilidad de una segunda ola es viable no sólo en Argentina sino en América Latina porque es lo esperable en este tipo de virus. El tema es la magnitud. Que esta sea menor dependerá fundamentalmente de la capacidad que tengamos de seguir trabajando, tanto a nivel de la comunidad -con medidas como el distanciamiento y el uso de barbijo, como ya conocemos- como a nivel jurisdiccional -la detección de un caso, el rastreo de contactos, cuarentenas y aislamientos”.