El arquitecto Pablo Lazarte describió la situación casi como un “foul edilicio”. Siguiendo con el paralelismo futbolero, el autor de la falta vendría a ser el viento que barrió, como lo hace un defensor en la cancha, a las torres de iluminación del estadio de San Martín.
“Con un fenómeno natural de estas características, y cuando el endurecimiento del hormigón no había sido el necesario, pasó lo que pasó”, analizó Lazarte, director de Catastro Municipal. Lazarte, que remarcó la existencia de la ordenanza “Ampliación de las tribunas del club San Martín” que contempla todos los trabajos que se están haciendo incluidos los de las torres, estuvo en la vereda de la calle Pellegrini analizando lo sucedido. “Fue una desgracia para los intereses del club y tuvimos que lamentar daños materiales también, por suerte menores, para una vecina. Esa misma noche controlamos los daños con Defensa Civil (DF). De esa casa, se había dañado la cubierta de chapa y una viga”, detalló.
Los daños de la vivienda también pasaron por los ojos expertos de Oscar Leal, director de DC, y Jorge “Pinky” Glasberg, quien estaba a cargo. Todos coincidieron en que los daños no ameritaban la evacuación de los ocupantes de la casa. Lazarte consideró que volver a montar la estructura es, casi, empezar de cero. “Hay que hacer una nueva excavación, sacar lo que quedó y hacer un nuevo empotramiento de la futura columna. La parrilla que soporta los artefactos de iluminación eso no se debería cambiar. Habrá que cambiar la columna porque ya no sirve”, explicó el arquitecto.