El futuro de la Educación contado desde seis ángulos

“El Estado está presente”. “Nos guían principios éticos”. “Respetamos los acuerdos federales”. Sobre estas tres premisas el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, construyó su mensaje para la presentación del Plan Estratégico de Transición 20-21 de cara a la pandemia mundial. A siete meses de que el coronavirus haya destruido los planes del 2020, el ministro de las ideas, artesano de las palabras, elaboró un proyecto cuidadosamente articulado con distintos organismos de orden local, nacional e internacional, a los que comprometió en sumar su aporte a su proyecto integral.

En una fuerte apuesta al consenso, Lichmajer mostró en su presentación la mayor cantidad de voces colaborativas con el universo docente. Se escucharon, por la Nación, a Gabriela Diker, secretaria de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación y a Diego Golombek, director Ejecutivo del INET. Por los trabajadores participó el secretario general de ATEP, David Toledo. También hablaron la legisladora Graciela Gutiérrez de la Comisión de Educación y la representante de UPCN, Lucinda Espeche, quien llevó la voz del personal auxiliar de las escuelas.

En el encuentro virtual estaban los presidente de cámaras de los colegios privados, el vicedirector de Conicet Tucumán, Ricardo Kaliman, y los responsables de cada áreas de Educación con protagonismo en el Plan Estratégico.

No faltaron referentes de organismos internacionales como Unicef y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en la persona del director del Proyecto Hacer Escuela, Mauro Di María. Había padres y alumnos. En total fueron 15 representantes de distintas áreas los que tuvieron la palabra, y por lo que la presentación que había comenzado a las 10.15 se extendió hasta 15 minutos antes de las 14.

Las conclusiones

Lo primero que dejó en claro el ministro es que las clases presenciales no comenzarán en Tucumán hasta que no haya seguridad de que nadie se va a contagiar. Ese “nadie” incluye a las familias de los alumnos. “Está comprobado que niñas, niños y jóvenes son importantes transmisores de esta enfermedad (el coronavirus) y que pueden contagiar. Cuando se habla de daño psicológico yo pregunto si hay algún daño psicológico mayor que el de contagiar a un familiar o a un amigo”, cuestionó.

La frase seguía la lógica de un concepto anterior: “el objetivo (de este plan estratégico) es garantizar derechos, que incluyen a los de los docentes, los alumnos y sus familia”. También se encargó de remarcar que a pesar de la pandemia “este no ha sido un año perdido, sino distinto”. Y valoró el “enorme esfuerzo que realizó la familia educativa”.

El ministro organizó su discurso en seis puntos básicos: acreditación de saberes, bienestar y bioseguridad; conectividad y fortalecimiento educativo- tecnológico; formación docente; cooperación internacional y gestión administrativa.

Prometió que la promoción 2020 “que va a quedar en la historia por el momento que le tocó vivir” va a tener “el reconocimiento y homenaje que se merece”. “Lo vamos a organizar en toda la provincia si tiene que ser de modo virtual, lo vamos a hacer, y no descartamos sumar otras acciones”, dejó como en suspenso.

En cuanto a los chicos que “hayan tenido desconexión o baja conexión”, dijo, “vamos a salir a buscarlos, casa por casa”, aseguró. Para ellos está previsto considerar una sola unidad pedagógica con contenidos prioritarios de 2020 y 2021. El próximo año comenzarán la escuela bajo la figura de la “promoción acompañada”. Lo explicó la secretaria de Gestión Educativa, Isabel Amate Pérez, en estricta consonancia con las resoluciones del Consejo Federal de Educación.

Lichmajer prometió seguir “caminando las escuelas junto con los directores”, así como seguir “guiando a las familias y agradeciendo por su apoyo” . “Siempre decimos que la escuela es el segundo hogar, esta vez el hogar fue la segunda escuela”, remató en un pase mágico de palabras.