“La situación en el país es todavía crítica y en las últimas semanas aumentó mucho el número de casos por millón de habitantes y los casos activos en el país, lo que nos acerca a los niveles de los países más castigados de la región. Las tasas de positividad en los testeos son muy elevadas, si bien en algunas localidades están disminuyendo las consultas al sistema de salud. A este paso volver a la normalidad va a ser un proceso gradual a lo largo de los años”. La sentencia es del doctor Ariel Bardach, epidemiólogo, director del Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública (Ciesp) del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) e investigador del Conicet. En diálogo con LA GACETA desde Buenos Aires, el especialista defendió la cuarentena que se inició el 20 de marzo, aunque asegura que debería haber sido acompañada por otras medidas y no dejó demasiadas esperanzas a quienes esperan poder pasar unas fiestas de fin de año con reuniones familiares y sociales.
Este fue el diálogo:
- Los picos importantes en la curva del coronavirus se le achacan mucho a las reuniones sociales. ¿Coincide? ¿Cree que debe haber más concientización sobre eso?
Los picos en la curva epidémica tienen que ver con la dinámica propia de propagación del virus, su transmisibilidad y dependen mucho de la conducta social. Las personas se contagian particularmente cuando interactúan con otras en reuniones sociales con familiares y amigos por ejemplo, o en fiestas, o luego de compartir lugares cerrados.
- Siempre se habló de la importancia del uso del barbijo y del lavado de manos, así como del distanciamiento social, pero mucho todavía eso no se cumple. ¿Hay que seguir insistiendo en ese aspecto? ¿Qué incidencia tiene?
Por supuesto que hay que seguir insistiendo en esto por mucho tiempo más porque son las principales armas de salud pública con las que contamos, y además hay estudios que avalan su efectividad. No obstante, es posible que también el virus se transmita por aerosoles, es decir que puede quedar en el aire o en los objetos aun después de que la persona infectada ha abandonado el lugar. Por lo que hay que ser muy cuidadoso y llevar encima alcohol u otros antisépticos.
- ¿Por qué algunos países que habían comenzado a flexibilizar actividades, sobre todo en Europa, ven ahora un rebrote importante en la situación?
En la medida en que se van abriendo actividades, hay más circulación y por ende más contagios, de aquellas personas que no habían sido alcanzadas en la primera ola. Además, posiblemente contribuyen factores climáticos que no se conocen bien aún.
- ¿Qué se le dice a la gente que insiste en lo que llaman la cuarentena más larga del mundo? ¿Es asi? ¿Es necesaria?
La cuarentena inicial fue muy efectiva en frenar casos, y necesaria para salvar vidas y preparar a los sistemas de salud. Lamentablemente es una medida que no se puede prolongar indefinidamente, y faltó acompañarla de otras medidas, como rastreo de contactos estrechos en forma temprana, el aislamiento de la persona con sospecha de enfermedad en forma temprana aun antes de tener el resultado del test, y lograr mucho mayor testeo a lo largo de todos estos meses. La gente terminó no cumpliendo, sea por necesidad o por hartazgo. Algunas medidas se fueron relajando y, actualmente, es muy difícil retroceder cuando estamos en una etapa de alta circulación viral.
- Se habla de la poca cantidad de test que se hacen. ¿Es tan así? ¿Cuál es su verdadera importancia?
Si bien está aumentando mucho la capacidad, hasta lograr más de 30.000 testeos diarios, siempre faltaron reactivos y capacidad operativa para realizar los testeos y rastreos, no se anticipó demasiado el potencial de propagación de Covid.
- ¿Cuánto influye el aglomeramiento de gente en espacios públicos?
Los eventos que más diseminan el virus son los de encuentros masivos, como recitales, por ejemplo. Otros lugares problemáticos son los que aglomeran gente en espacios interiores, como iglesias, geriátricos, plantas de procesamiento de comidas, escuelas, shoppings, prisiones, barcos…
- ¿Qué tiempo se maneja para “volver a la normalidad”?
Esto es desconocido. Pero seguramente va a ser gradual a lo largo de años. Mi impresión es que el lavado de manos, barbijos y distanciamiento llegaron para quedarse. Lo mismo el teletrabajo en muchas instancias.
- ¿La vacuna es la única solución para esta pandemia?
La vacuna es parte de la solución, la conciencia social, el cuidado del personal de salud, y el cambio de conductas sociales es otra parte importante.
- ¿Cómo cree usted que pasaremos las fiestas de fin de año?
Probablemente a fin de año la situación epidemiológica en el país no varíe demasiado de la actual, quizás esté algo mejor. Pero no hay ninguna señal que haga pensar que podremos pasarlas “normalmente”. Virtualmente es como creo que vamos a pasarlas, por un tema de responsabilidad social.
- Se dice que por cada caso positivo confirmado hay entre ocho y 10 que están contagiados pero no fueron sometidos a test. Eso aumenta muchísimo los números. ¿Es tan así?
Efectivamente, se sabe que muchas personas infectadas no terminan siendo confirmadas por testeo, hecho que se confirma por diversas encuestas serológicas de anticuerpos realizadas en otros países y en el nuestro. En otros países este factor de multiplicación ha sido de 5 a 10. Argentina no es la excepción a este fenómeno. Esto quiere decir que logramos confirmar solo a un 15-20% (quizás menos) de las personas que realmente están infectadas.
- ¿Qué siente cuando ve que somos uno de los países con mayor cantidad de infectados?
La pandemia está pegando duro en nuestro país, es verdad, y esto apena a cualquier argentino. Hay que seguir trabajando en mejorar estos aspectos señalados desde el Estado, y apelar a la máxima responsabilidad social y acompañamiento, desde la sociedad.