Pasillos casi desolados; fuertes restricciones en los accesos; pocos empleados en las oficinas; la cantidad mínima de colaboradores en los despachos; y desinfecciones semanales.
En la Cámara se endurecieron las medidas preventivas mientras la provincia transita las peores semanas de la ola de covid-19, según expresaron las autoridades sanitarias. En consecuencia, también bajaron las pulsaciones de las actividades que se desarrollan en el palacio de Muñecas 950. Pero el vicegobernador Osvaldo Jaldo es tajante: “la Legislatura no se cierra”.
El Presidente de la Cámara remarcó que se tomaron las medidas para disminuir los riesgos y que se respetan todos los protocolos. Y que de esa manera continúan trabajando las comisiones, tal como lo hizo ayer la de Juicio Político.
Jaldo, incluso, adelantó a LA GACETA que la semana próxima habrá una reunión de Labor Parlamentaria “con mucha cautela y respetando los protocolos” para avanzar en una nueva sesión, para tratar proyectos de seguridad y refrendar los convenios por obras públicas que gestionó el gobernador Juan Manzur ante la Nación. “La Cámara está en condiciones de sesionar, siempre respetando los protocolos de bioseguridad. La obra pública es sinónimo de trabajo y no queremos demorar eso”, subrayó.
Los contagios que hay en las calles también llegaron hasta el palacio de Muñecas 950 y afectaron a empleados y a parlamentarios. Sin ir más lejos, el jueves falleció el concepcionense Osvaldo Morelli, y ayer Enrique Orellana informó que fue diagnosticado con el virus que ya afectó al menos a 43.000 tucumanos.
El famaillense explicó que se encuentra bien de salud a pesar de sus antecedentes, que está aislado y que venía adoptando medidas preventivas.
Jaldo expresó sus condolencias para la familia del arquitecto Morelli y advirtió que actualmente hay unos pocos parlamentarios que se encuentran aislados por tener el virus o por haber sido contacto estrecho de un positivo, pero que eso no representa un impedimento para sesionar en un par de semanas.
Según diversas fuentes legislativas que consultó LA GACETA, son al menos 14 de los 49 parlamentarios los que fueron diagnosticado desde marzo con covid-19; es decir, casi el 30% de la conformación de la Cámara.
Algunos optaron por no hacer pública su situación y superaron la enfermedad casi sin complicaciones. Otros confiaron su diagnóstico sólo en un entorno muy reducido, mientras que también hubo casos que se hicieron públicos, ya sea por manifestaciones propias o por comentarios de terceros.
El primero de los casos positivos que se conoció fue el de Ricardo Bussi (FR), en marzo. Sin embargo, el legislador mostró luego un análisis de sangre que indica que no le detectaron anticuerpos en sangre. De todos modos, el fiscal federal Pablo Camuña impulsa una causa contra el republicano por presuntos delitos contra la salud pública. Se lo acusa de haber asistido a una sesión legislativa con síntomas.
También se recuperaron favorablemente el radical José María Canelada y los oficialistas Adriana Najar y Gerónimo Vargas Aignasse. En la última sesión, Jaldo había pedido por la pronta recuperación del oficialista Armando Cortalezzi y del radical José Ricardo Ascárate, luego de solicitar un minuto de silencio en el recinto por el fallecimiento de la arquitecta Adriana Alonso, quien era empleada de la Cámara.