Reducir la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue, que ya alcanza el 130%, es uno de los principales objetivos de las tres medidas anunciadas el lunes por el Ministerio de Economía. Ante la imposibilidad de devaluar de forma oficial el peso argentino, la misión -en este caso- es contener la cotización del contado con liquidación (CCL), cuyo valor acumula tendencias alcistas desde hace semanas. Hasta ahora, las flamantes reglas financieras no han surtido efectos: por ejemplo, dicha operatoria del dólar subió ayer 3,6% y cerró en $ 171,59.
De forma coordinada, la cartera que conduce Martín Guzmán informó anteayer, junto al Banco Central y la Comisión Nacional de Valores, que se redujeron a tres días los plazos mínimos para que las empresas e inversores puedan dolarizarse (el denominado parking). Además, anunciaron una subasta de deuda por U$S 750 millones y cambiaron normativas con el fin de fomentar la emisión de títulos locales.
En su jornada de estreno, las acciones no tuvieron un impacto considerable. Además de la suba del CCL y el dólar MEP, la cotización del blue ayer apenas bajó un peso y se ubicó en $ 180. “Las medidas quizá van en la dirección correcta, pero se quedaron cortas. No son una solución de fondo para corregir las distorsiones cambiarias. Ya se demostró que fue un error tocar esos mercados. El parking debería ser directamente eliminado”, dijo a LA GACETA el analista financiero Christian Buteler.
Aquella restricción, que ahora se redujo a tres días, consiste en la obligación de dejar “estacionada” la tenencia de bonos en dólares por un plazo determinado antes de poder venderlos. “Su existencia agrega incertidumbre a las operaciones. Es bueno que su tiempo se haya reducido, pero no debería ser ni de un día. No debería existir”, coincidió el economista Eduardo Robinson.
Ambos especialistas advirtieron que existe una “fuerte desconfianza” sobre el futuro de la economía y que las novedades financieras son “insuficientes para bajar la brecha cambiaria”. “Quedan más medidas para desarmar el cepo y que serían de bajo costo para el Tesoro”, consideró Buteler. Y previó: “el blue ahora debería bajar, pero dependerá de que se estabilicen el CCL y el MEP si las medidas surten más efectos. Si no, seguiremos este sendero peligroso de suba”.
Con respecto a la emisión de U$S 750 millones en bonos anunciada para el 9 y 10 de noviembre, el economista analizó que podría cumplirse el objetivo de facilitar la salida de fondos de inversión posicionados en pesos -como Pimco o Templeton- sin presionar el mercado cambiario. “Se les prometió el pase a dólares hace meses, pero no se cumplió y los fondos comenzaron a presionar sobre el CCL, disparando la brecha en las últimas semanas. La posibilidad de que cambien sus títulos en pesos podría aliviar la cotización”, evaluó Buteler.
Robinson también opinó que esa medida es positiva y que suma credibilidad al país, pero alertó sobre los “altos costos de una emisión de tal magnitud”. “El problema de fondo es la falta de confianza. El Gobierno no logra anticiparse al mercado. No hay un rumbo claro”, expresó.