Hubo otros casos aberrantes como el de Rocío Abigail Riquel que tuvieron amplia repercusión a nivel nacional. Uno de ellos es el de Mercedes de Los Ángeles Figueroa, de 6 años, registrado a metros de Viamonte y avenida Francisco de Aguirre. El hecho se produjo en una zona complicada, de difícil acceso y donde las necesidades forman parte de una lista que no termina nunca.
“Mechita”, como la llamaban sus familiares, desapareció la tarde del 1 de mayo de 2012, mientras jugaba en la puerta de su casa, un barrio muy humilde del sector noroeste de la capital, ubicado justo al límite de ese gigante llamado Lomas de Tafí.
Desde el momento que la familia hizo la denuncia, la pequeña fue buscada por sus parientes y vecinos que también cuestionaron la falta de respuesta por parte de la Policía. Un día después la encontraron muerta a cinco casas de donde residía junto a su madre y sus seis hermanos. La habían asesinado y habían intentado ocultar el cuerpo porque, al parecer, pensaron sacarlo en algún momento y arrojarlo en algún descampado de la zona.
Según las pericias, la niña murió a puñaladas luego de que intentaran abusar de ella. Por el crimen fueron detenidos un tío y un vecino de Mercedes, también demoraron a un tercero, que era menor de edad. Según los investigadores, los sospechosos estaban consumiendo bebidas alcohólicas, la vieron pasar, y mediante engaños, la hicieron ingresar para abusar de ella. Como se resistió a los gritos, la mataron a puñaladas.
Dos años después fue condenado a prisión perpetua Marcos Rubén “Chavo” Longo como autor del crimen y un tal “Tarantini” (tenía 17 años cuando se registró el homicidio), fue declarado penalmente responsable como partícipe necesario y un juez de Menores debería haberle impuesto una pena. El tercer imputado nunca afrontó un proceso penal porque tenía 14 años y era inimputable.
Un homenaje
Dos días después, a minutos de que finalizara el velorio de los restos de la niña, un grupo de vecinos incendió la vivienda de uno de los detenidos. En ese lugar construyeron una plazoleta para que nadie olvidara el nombre de Mercedes.
Olga María Villagra, abuela de “Mechita” gestionó ante el Gobierno provincial y el Concejo Deliberante que al pasaje le pusieran el nombre de su nieta y que se construyera una plazoleta con juegos. Así fue que en el terreno donde un año atrás la injusticia y el dolor quebraron el alma de una familia, hoy hay un mural con el rostro de Mercedes, unos pocos juegos de hierro y una frase conmovedora pintada a mano, sirven de empujón para que se deje de lado la bronca.
Una imagen de yeso fue donada por Beatriz Rojkés de Alperovich, según contaron los familiares de la nena. La ex senadora formuló declaraciones polémicas que tuvieron repercusiones nacionales. “No podemos tener al señor Estado a la par de la familia que está borracha y permite que una nena de seis años ande sola”, había dicho ante las cámaras.
A causa del repudio que generaron sus dichos, Rojkés pidió perdón: “Ante la tragedia vivida por la familia Figueroa, ante el horror e indignación que como madre y como abuela me produjo la crueldad del crimen, dije palabras por las que hoy sólo puedo pedir, humilde y sinceramente, perdón a la familia y a la ciudadanía”.
Uno más reciente
En agosto de 2019, Benjamín Amaya fue encontrado colgado de un puente de El Colmenar. Vivía con su madre en la casa de su abuelo en un barrio signado por la pobreza y rodeado por montes y descampados a los que pocos se atrevían a ingresar. La investigación parecía estancarse hasta que apareció una mujer que identificó al posible autor del hecho.
El sospechoso terminó siendo un pariente del niño que, según la investigación de la fiscala Adriana Giannoni, fue llevado mediante engaños a un descampado. Como no habría podido abusar de él, lo terminó asesinando ahorcándolo y después lo colgó de un puente para que todos creyeran que se había suicidado.
En junio pasado, luego de unas polémicas audiencias, Claudio “Cococho” Argañaraz fue condenado a prisión perpetua por el crimen. (Colaboración periodística: Santiago Re)