“Muchas veces agredió físicamente a mi hija, pero nunca como lo hizo el domingo. No lo denuncié anteriormente porque estuve todo el tiempo amenazada”, dijo M.L. (25 años), la madre de Abigail Luna (2), la niña de dos años que murió como consecuencia de la golpiza que le propinó su padrastro, Juan Gerardo Paz (33), al que acusaron ayer formalmente de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía.
La pareja se presentó ayer en un centro asistencial de San Cayetano con la menor. Como tenía signos de haber sido golpeada, los profesionales realizaron la denuncia en la Policía. Al llegar los uniformados, la madre de la niña se quebró y dijo que su pareja la había castigado físicamente. Hasta ahí, el fiscal Ignacio López Bustos no tenía demasiadas pruebas en contra del sospechoso. Pero ayer a la mañana se despejaron todas las dudas.
El médico de Policía informó que Abigail había recibido golpes en todo su cuerpo: cabeza, piernas, brazos, pecho y espalda, donde le contabilizaron al menos 20 marcas de lesiones de golpes de puño. El estudio se confirmó con los resultados de la autopsia. Según el profesional, la causa de la muerte de la niña fueron las hemorragias y los hematomas que se le formaron en el cerebro, pero también tenía lesionado un pulmón, un riñón y presentaba fracturas en al menos tres costillas.
M.L., que también denunció haber sido víctima de violencia de género por parte de Paz. La mujer explicó, cuando hizo el uso de la palabra, que como familiar de la víctima no había denunciado la situación por miedo. “Él ni siquiera me permitía que le contara a nuestra familia. Siempre prometía que cambiaría, pero nunca lo hizo. No lo demandé antes porque tenía miedo que golpeara a mis hijas y que le hiciera algo malo. Lo hablé varias veces para que entendiera que la violencia no serviría de nada. Y no me escuchó”, dijo la madre de la niña que no derramó ni una lágrima durante toda su declaración.
Sin vueltas
El fiscal López Bustos no dio demasiadas vueltas. Le pidió al juez Pedro Roldán Vázquez que confirmara esa imputación porque actuó sabiendo que estaba golpeando a una criatura totalmente indefensa y actuando sobre seguro. Solicitó además que se le dictara la prisión preventiva por seis meses a Paz, que trabaja en el servicio de Emergencia 107.
“El fiscal tiene una sola prueba en contra de Paz. Es la declaración de la madre de la víctima. ¿Y si hubiera sido al revés? ¿Si hubiera sido él que realizaba esa denuncia? Creo que hoy no estaría escuchando la acusación en su contra”, indicó la defensora Rosa Nosetti. “Sé que este es un crimen aberrante, que moviliza a toda la sociedad, pero no por ello vamos a inculpar a alguien sin prueba”, indicó.
La profesional también solicitó que, en caso de que continuara detenido, que lo cambiaran de lugar de alojamiento, puesto que desde que había sido encerrado no dejó de recibir castigos físicos por parte de sus compañeros de celda.
Por su parte, la defensora de Menores, Norma Aparicio, se dirigió a Roldán Vázquez para que ordenara la intervención de un juez de familia, ya que el hecho había dejado al descubierto un caso de violencia intrafamiliar. “La madre dijo ser víctima de violencia de género y su otra hija, de seis años, también podría haber recibido castigos físicos. También se confirmó que los adultos dejaban solas a las pequeñas para salir a realizar trámites. Ya se ofició a las oficinas del Estado para que intervengan”, indicó.
M.L. reconoció que dejaba sola a sus hijas, pero sólo era cuando debían realizar trámites o salían a realizar compras. “Siempre fui responsable con las chicas. Le vivía diciendo que no las dejara solas, pero ella no me hacía caso”, dijo Paz que sólo declaró eso. Hasta el momento, el fiscal López Bustos no encontró ningún indicio en contra de la madre de la niña para imputarle algún delito.
La resolución
Roldán Vázquez aceptó todos los planteos que realizaron las partes. Decidió que se oficiara a un juzgado de Familia para que entendiera en el caso; aceptó el pedido de prisión preventiva, pero por dos meses y no por seis como se lo habían solicitado y ordenó que el acusado sea trasladado a otra dependencia policial para evitar que siga siendo castigado físicamente.
Por otro lado, fuentes judiciales confirmaron que la defensa estaría interesada en que el caso se resuelva a través de un juicio abreviado. Eso implica que el acusado se declare culpable para recibir una pena menor.