A medida que escribían el guión de “Golondrinas”, a lo largo de tres años, Fernando Gallucci, Mariano Mouriño y Patricio Alvarado se fueron familiarizando con la vida de los obreros tucumanos que viajan para trabajar en las distintas cosechas. En consecuencia, la historia que escribían se transformaba y se volvía más real. “Íbamos aprendiendo más sobre el tema y el guión se hacía más realista de lo que fue en un comienzo. Cambió la forma de contar esa idea inicial”, contó Galucci, que recibió por este guión el premio Argentores -junto a los otros coescritores- en el reciente Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn (Mafici).
En diálogo con LA GACETA, el guionista y sonidista tucumano dijo que la historia se gestó durante una convivencia de los tres en una casa céntrica de la Capital Federal, hace algunos años.
“Golondrinas”, filmada en Gualeguaychú, narra la historia de Juan y Ana, dos hermanos adolescentes que trabajan como obreros temporales en diferentes campos de cultivo de distintas provincias del país. Durante una cosecha de nueces conocerán a Edgardo (Germán Palacios), el dueño de la estancia, con quien entablarán una relación perversa. El filme dirigido por Mouriño, que compite en la sección Argentina y hoy se proyecta en www.tucumancine.gob.ar, tiene otros tres tucumanos en el staff: los actores Isaías Salvatierra, Melanie Nacul y Sergio Prina.
- ¿Qué modificaron con respecto al guión inicial?
- Por ejemplo, los diálogos no reflejaban la forma de hablar de los tucumanos. La forma de escritura final, en equipo, fue muy efectiva y estimulante. Por lo general, se empieza muy solo escribiendo. Para mí fue muy novedoso y un gran aprendizaje el hacerlo de a tres. En equipo se pueden compartir las ideas. Teníamos una escriba que iba registrando todas nuestras ideas cuando discutíamos el contenido del guión. Eso fue de mucha ayuda para decidir qué aspectos desechar y cuáles desarrollar mejor, porque podíamos revisar esas cosas que decíamos durante la charla y que de otra manera se hubieran perdido.
- ¿Fue tu primera experiencia como guionista?
- Es el primer largometraje que escribí. Antes había hecho el guión de un cortometraje. Yo comencé estudiando cine en Tucumán, pero me formé como sonidista en Buenos Aires en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc). Por eso, escribo pensando la historia desde el sonido. En mi cortometraje “Parálisis del sueño”, comencé haciendo primero el lenguaje sonoro y después salí a filmar sus escenas.
- Tu presencia en el Festival Gerardo Vallejo es doble, porque también estrenaste una serie filmada en Tucumán y se puede ver en Cont.ar. ¿De qué se trata?
- Se llama “Peripecias sucesivas”, tiene cuatro capítulos y está filmada con equipo y actores tucumanos. La capacidad técnica y artística que hay aquí es muy buena. Tucumán es una buena sede, a la que hay que apostar más. La primera historia, “El cumpleaños del Gordo Pishca”, se filmó en Villa Luján. El segundo y el tercer capítulo tienen una correlación. Es la historia de la separación del Chino, un personaje que ya estaba en el primer episodio. El cuarto, “Amarres de amor”, es la historia de tres personas que trabajan en una peluquería: una tiene una relación conflictiva con un tipo; otra está haciendo un amarre de amor, y un chico se tiene que vestir de drag queen para un video. Son historias muy tucumanas, filmadas en el Mercado del Norte, el Barrio Oeste II y otros lugares.