Por Gustavo Rodríguez
18 Octubre 2020
LA ESCENA. El lugar donde fue encontrado el cuerpo del guardia.
A los vecinos de la zona ya nada los sorprende. Por tercera vez en menos de cinco meses, la Policía y funcionarios judiciales se presentaron en el lugar para investigar una muerte. En esta oportunidad, fue la de Carlos Eduardo Rivadeneira, de 40 años, cuyo cuerpo fue encontrado en avenida de Circunvalación y Guatemala. Estaba con el torso desnudo y sin sus pertenencias. Delante suyo estaba el casco que le sacaron para robarle la remera que tenía puesta.
Sin las cosas
Cerca de las 7, un llamado alertó al servicio 911 de que en ese lugar había una persona tirada. Cuando los policías llegaron, confirmaron que estaba sin vida. Luego el personal de la división Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño, confirmó que había desaparecido la moto en la que se desplazaba Rivadeneira, su celular, su bolso y la camiseta de Atlético que tenía puesta.
Según los familiares, él se comunicó con ellos por última vez a las 20 para avisarles que iría a jugar al fútbol con unos amigos. Rivadeneira, que trabajaba como agente de seguridad en una empresa privada que está ubicada al frente del parque 9 de Julio, se podría haber quedado en una especie de tercer tiempo y en la madrugada regresó a su casa.
En un primer momento se especuló que podría haber sufrido un accidente y que después desconocidos, aprovechando que había fallecido, le robaron sus pertenencias.
Informe de autopsia
Pero la investigación tomó otro rumbo cuando el fiscal Ignacio López Bustos recibió el informe preliminar de la autopsia. El estudio reveló que Rivadeneira sufrió un fuerte golpe en el pecho. Con esa información, los pesquisas no descartaron la hipótesis de haya sido víctima de un robo. Le pegaron con algún objeto contundente con lo que lo hicieron caer para sustraerle la moto.
Corredor de la muerte
“Esto no es nuevo en la avenida. Se están repitiendo los casos. Por la noche sólo pasan autos y motos, nadie se atreve a caminar”, dijo María Laura Décima.
Con Rivadeneira serían tres las víctimas de robos de motocicleta en una especie de corredor de la muerte de unas 20 cuadras. En mayo, Oscar Díaz murió después de que desconocidos lo empujaran para que se cayera y así le sustrajeron el rodado en la esquina de Circunvalación y Panamá.
En septiembre pasado, Javier Gómez recibió un garrotazo en el rostro que lo hizo caer en la misma avenida, pero a la altura del barrio Señalero. Los agresores también le sustrajeron la moto después de atacarlo.
“Acá es común ver gente que se esconde para atacar a los automovilistas y motociclistas. Les tiran piedras para que se detengan y les puedan robar”, agregó Décima.
Su vecino, Luis Sotelo, añadió: “esto es una zona roja. Anda la Policía, pero no está en distintos lugares, sino que recorren de punta a punta la avenida. Eso no es nada. Los ‘gatos’ se esconden y salen cuando los ven pasar. Ellos saben que tienen entre 15 y 20 minutos para robar. Se necesita que los policías estén de manera permanente, si no seguiremos contando muertos”.
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