Ser mamá en tiempos de cuarentena se convirtió en una verdadera odisea para la mayoría de las mujeres. Por eso, el festejo de este año será más que especial. Una de las tareas más duras en estos días es la de las doctoras y las enfermeras, que tienen en sus manos las vidas de muchos tucumanos enfermos. Y al regresar a sus casas deben cambiar lágrimas por sonrisas y paciencia para atender a sus hijos y ayudarlos con las tareas. También ha sido un año durísimo para aquellas mamás que deben dar a luz en medio de la crisis por coronavirus.
Te contamos tres historias de madres a las que la pandemia marcó a fuego. Melani González quedó en coma por covid-19, tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia y conoció a su bebé prematura un mes después. Luego de muchas lágrimas, medicamentos y plasma, se recuperó y hoy espera ansiosa poder llevar a su pequeña a casa.
Para la infectóloga Mariana Marcotullio y la enfermera Gisel Vázquez será un festejo más que especial, lleno de angustias pero también de esperanzas de que esto pase pronto. Mariana, que se contagió de covid-19, vive cada día una montaña rusa de emociones. Gisel, que tiene una bebé de un año y ocho meses, sufre porque tiene miedo de afectar a su familia. Por eso, solo regresa a casa cada vez que se hace un hisopado y el resultado da negativo.