Los significados del 17 de octubre

El 17 de octubre de 1945 es reconocido universalmente como la expresión de lealtad de los trabajadores al liderazgo de Perón. Es cierto, pero es importante tener claro que existe otro significado que lo convierte en un hito de validez nacional y que fue el compromiso de participación y militancia de los sectores socialmente postergados, para lograr la efectiva vigencia de sus derechos fundamentales.

Hasta 1944 los sectores populares recibían migajas de la riqueza nacional porque su distribución estaba concentrada en una escaso número de habitantes y Argentina parecía tener una población rica aplicando la absurda simplificación de dividir el producto bruto en el número de habitantes. La gestión de Perón en el gobierno nacional demostró a los trabajadores que era posible lograr la vigencia efectiva del derecho al trabajo con mejores condiciones, un salario justo, vacaciones, aguinaldo y jubilación.

Cuando los trabajadores pasaron del apoyo presencial a dar su respaldo electoral a Perón y son parte del gobierno que asume en febrero de 1946, lograron la educación gratuita en todos los niveles y la ampliación geométrica de la infraestructura escolar. La matrícula pasó de 40.084 a 138.871 alumnos y se crearon 17 universidades estatales. Se dio jerarquía constitucional a los derechos sociales, se fomentó la organización sindical, las convenciones colectivas y las paritarias salariales.

Se construyó infraestructura productiva en todo el país y miles de viviendas, se eliminaron enfermedades endémicas y se crearon 21 hospitales y 4.000 centros sanitarios ampliándose las camas asistenciales de 60.000 a 180.000; la mortalidad infantil se redujo un 34 x 1000. La actividad industrial para la sustitución de importaciones permitió el crecimiento del 30% del PBI. En la distribución de la riqueza nacional los trabajadores lograron el 50% por primera vez en la historia.

Gracias a las acciones de los trabajadores conducidos por Perón y Evita, nunca más los patrones lograron impedir la vigencia de los derechos sociales, ni siquiera con el apoyo de las armas. Parafraseando la letra de La Marcha de la Bronca, ya no pueden correr a los artistas, ni encarcelar la esperanza, ni que nos cortemos el pelo sin razón, para tener la libertad con fijador.

Todas estas bellezas del estado de derecho fueron pagadas con la vida, con el sufrimiento, con la libertad y con los bienes de la militancia peronista. A pesar de los fusilamientos, las proscripciones y los encarcelamientos; de las estúpidas prohibiciones de nombrar a Perón, Evita y de cantar la marcha aunque se tenga buena voz.

A pesar del uso sistemático de las aulas argentinas para erradicar de la conciencia de los jóvenes el aporte del peronismo, las mujeres, los hombres trabajadores y la juventud trajeron al General de vuelta para morir en su Patria en 1973 y en 2003, para remate, reapareció el peronismo con Néstor y Cristina que incorporaron nuevos derechos, ampliaron el Movimiento con la participación de nuevas fuerzas y apareció lo que me gusta llamar el Segundo Peronismo, el del Movimiento Nacional y Popular.

La prioridad esencial para la propuesta política del peronismo es la dignidad y la protección de la Persona Humana, nos preocupa el otro, en especial aquellos que no fueron exitosos por que no tuvieron condiciones económicas para lograrlo y la solidaridad exige compartir lo que se tiene y no dar lo que nos sobra.