La cultura Drag refiere a una expresión artística transformista que trabaja con vestuario, pelucas, maquillaje y accesorios teatrales exagerados, para potenciar el estereotipo de la mujer. La búsqueda apunta a cuestionar, desde el histrionismo, los preconceptos relacionados con el género, a través de una puesta en escena espectacular.
Con base operativa en Salta, los realizadores Juan Bertini y Andrés Iglesias están abordando estas manifestaciones en “Drag Industria Argentina”, serie documental que aspira a retratar referentes de todo el país. Su primer capítulo fue dedicado al riojano Yanurix (Gustavo Díaz) y se llevó el premio Pachamama al mejor cortometraje filmado en el NOA, en el festival Cortala. Ya relevaron también la elección de la mejor Drag Queen realizada en Tucumán en 2018, y la muestra de la escuela de Liborio Iuculano; mientras preproducen media docena de nuevas filmaciones, junto con contenido digital para internet y las plataformas sociales.
“Gustavo tiene una larga trayectoria nacional e internacional, y una visión muy rica sobre el arte drag; su personaje es único, porque reúne muchas referencias regionales. La Rioja y las locaciones seleccionadas integraban la composición documental ideal para la primera entrega, con carácter más federal y menos centralizado en las grandes ciudades”, señala Bertini en diálogo con LA GACETA.
- ¿Hay paralelismos entre la sociedad riojana y la salteña?
- El “conservadurismo” es algo existente en todo el país, aunque en algunas zonas sea más acentuado que en otras. Abarca prejuicios relacionados al género, a la política y a las posiciones sociales. El arte en general, y específicamente el Drag, pone en evidencia esas diferencias, libera y da espacio para que muchos jóvenes encuentren su lugar para compartir y desarrollar su expresión. Estamos viendo una ruptura con las formas viejas de creer y de “pensar” en la sociedad, y eso crea oportunidades.
- ¿Cómo se enlaza la cultura Drag en las sociedades?
- Es intrínsecamente política, con una alta carga de contenido social. En el mundo Drag conviven distintas disciplinas artísticas, que permiten que la comunidad de la “diversidad” encuentre un refugio, un lugar de contención y una proyección artística, dentro de un grupo de pertenencia.
- El género documental fue castigado en la gestión anterior del Incaa, ¿tenés ilusión de que vuelvan los apoyos ahora?
- Nuestra posición dentro del mundo de la cinematografía no viene de espacios culturalmente establecidos como Incaa. No hemos recibido ningún tipo de apoyo de su parte antes, venimos gestionando todo de manera independiente. Desconocemos la actual posición de este y otros organismos frente a las propuestas documentales, pero esperamos que haya posibilidades de financiamiento para los próximos años.
- ¿Por qué es tan fuerte el documental en la Argentina?
- El formato está tomando mucho impulso en el mundo entero; por una parte, ayuda a romper la homogenización de la información por parte de los medios masivos de comunicación y de la industria cinematográfica. Su carácter independiente le permite tener una mirada propia, un tratamiento más en profundidad y con un acercamiento más personal a ciertos temas que la agenda mainstream no suele reconocer o no trata con el respeto debido. Por otro lado, las plataformas virtuales y los contenidos digitales son un espacio ideal para este tipo de propuestas de autor, sobre temáticas y puntos de vista que se salen de la “norma” establecida por los grandes monopolios; pueden llegar directo al consumidor, sin responder a inversores o agendas comerciales.
- ¿Salta otorga algún apoyo especial al cine local?
- Todavía no conocemos a fondo la escena local. Sabemos que en Salta hay productoras reconocidas y que existe la Asociación de Realizadores Audiovisuales Salta (ARAS), pero aún no hemos ingresado a ese circuito. Por nuestra parte, hemos gestionado un Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural en Salta, que nos ayudó a impulsar el proyecto, y el resto de los gastos salió de nuestras gestiones privadas o de inversión propia.
- ¿Cómo estás llevando este tiempo de pandemia?
- Desde el comienzo, este ha sido un proyecto independiente, que se construyó desde el esfuerzo personal. Fue difícil, pero no hemos dejado que la situación actual nos detenga: la enfrentamos como una oportunidad de cambiar paradigmas, como la forma de trabajar, las propuestas y los contenidos que queremos mostrar. En el mundo Drag, el coronavirus provocó que las artistas no puedan realizar shows, hostings o toda performance presencial, que constituye casi el 100% de sus ingresos. Por eso, nos pareció que impulsar los formatos audiovisuales y on line eran la forma de mantener vigente su escena en el país.
- ¿Cómo valorás el Cortala?
- Ha sido un inmenso honor y una gran alegría haber ganado el festival, que es muy reconocido y respetado en el país. En lo personal, me da mucha satisfacción que nuestro primer trabajo sea valorado a nivel regional. Lo hemos enfrentado con mucha seriedad y esfuerzo, y hemos aprendido mucho en el camino para continuar trabajando. Es un inmenso impulso para seguir adelante, y un reconocimiento de que estamos bien encaminados en nuestras decisiones y en el discurso que decidimos dar.