El Gobierno provincial acatará el decreto de necesidad de urgencia (DNU) dictado por el presidente, Alberto Fernández, mediante el cual se dispone -entre otros puntos- que San Miguel de Tucumán debe volver a la fase 1, de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
A partir de mañana, se verán restringidas las actividades consideradas "no esenciales" por la normativa nacional. Si bien la medida tendrá impacto en el sector privado, tanto la Casa Rosada como las autoridades sanitarias de la Provincia advirtieron que los indicadores de la pandemia en la Capital llevaron a tomar esta medida.
"El Gobierno de la Provincia va a acatar el decreto del Presidente, que tiene fuerza de ley y que además es razonable desde el punto de vista sanitario", sostuvo el gobernador, Juan Manzur, en diálogo con LA GACETA.
Aclaró que "si bien el sistema público aún tiene capacidad de respuesta, el sistema privado está al límite. Es mejor prevenir porque el 80% de los casos involucran a la capital".
"Por más que estas medidas resulten antipáticas para sectores de la sociedad, es necesario respetarlas y cumplirlas", sostuvo el mandatario provincial.
Ahora, resta que el Gobierno y el Comité Operativo de Emergencia dicten las respectivas normativas en línea con el último DNU de Fernández para hacer oficial el regreso de fase.
Según pudo averiguar LAGACETA.com, el servicio de transporte público quedará habilitado sólo para los trabajadores esenciales. A partir de mañana, bares y restaurantes cerrarán para la atención al público (ya no podrán atender al aire libre, pero sí con las modalidades de delivery y de take away); además, se suspendería el funcionamiento de gimnasios y de canchas de fútbol 5. En principio, el comercio y la construcción (pública y privada) se mantendrán operativos.
Tucumán superará en el corto plazo los 30.000 contagios confirmados de covid-19, y se aproxima a los 500 decesos como consecuencia de la enfermedad, según se desprende de los reportes diarios elevados por el Sistema Provincial de Salud (Siprosa).