Las cuerdas de la guitarra de Luis Salinas como refugio musical

Las cuerdas de la guitarra de Luis Salinas como refugio musical

El eximio guitarrista ofrece hoy, a las 15, su concierto vía streaming, junto a Juan Salinas y a Alejandro Tula como músicos invitados.

SUENA GUITARRA. El músico considera imprescindible el contacto con el público en vivo en los recitales.  SUENA GUITARRA. El músico considera imprescindible el contacto con el público en vivo en los recitales.
11 Octubre 2020

El público lo pide, y hoy, a las 15 se volverá a emitir desde Argentina para el mundo el primer concierto vía streaming de Luis Salinas, referente de la guitarra en la música popular argentina, junto a músicos invitados especiales: su hijo, Juan Salinas, y Alejandro Tula.

Las entradas están disponibles en Ticketek.com.ar y se podrá acceder al concierto durante 24 horas en Instagram.

El prolífico músico se presentó on line en el 60° Septiembre Musical, en una entrevista-recital que realizó Guillermo Monti para LA GACETA Play y que se vio además por las redes sociales del Ente Cultural.

La entrevista es una muestra del despliegue musical que acostumbra a brindar Salinas en escena.

Desde un samba

Tras un corto diálogo de presentación, el guitarrista inició la nota con un minirrecital con un samba bien rítmico y veloz. Desde el mismo comienzo Salinas derrochó virtuosismo en las cuerdas, pero no toca sólo con las manos. Lo hace con el cuerpo, con el rostro; disfruta y hace disfrutar de la música.

“Hay un guitarrista que admiro mucho en la música brasileña, Baden Powel, que fue uno de los primeros que escuché tocando en este estilo, y una vez en Buenos Aires tuve la dicha de tocar después de él. Le pasé la partitura de ‘El día que me quieras’, que él quería tocar; tuve ese honor y esa responsabilidad. Me acuerdo que interpreté un tema que compuse para él, que se llama ‘San Baden’. Subió al escenario y me dio un beso en la frente. Para mí fue como una bendición y siempre este tema, que son varios en uno, es un homenaje que le hago a él”, contó.

En soledad

Acerca de cómo pasó estos meses de cuarentena y aislamiento obligatorio, lamentó: “creo que todos lo que no sólo tocamos sino que vivimos la música la estamos pasando mal porque uno no puede hacer lo que siente, que es tocar para la gente en vivo. Un concierto con público es algo que hacemos entre todos, y eso provoca sensaciones distintas”.

Al respecto precisó que cuando arma el programa para un concierto deja espacios abiertos, “a ver qué pasa en el momento”. “Eso, que tiene tanto que ver con la gente, no lo podemos hacer ahora y además creo que lo que más nos preocupa es no saber qué va a pasar”, dijo.

Salinas resaltó que no se trata “sólo de la cuestión económica -nosotros vivimos de esto- sino que también tenemos una necesidad muy grande de expresar lo que sentimos, como ha sido siempre”.

“Lo que hago en casa es estudiar, tratar de superar mis limitaciones, escuchando mucha música, conectado con mi hijo y tratando de pensar positivamente de que esto va a pasar, como pasaron tantas situaciones en la humanidad -auguró-. Y que volveremos a tocar, a sentir esa sensación que uno siente cuando toca con otros músicos. En este momento los afectos y la música son fundamentales”.

La música en Tucumán

“Debo decir que un pueblo como Tucumán, que tiene tanta historia, tanta música y tantos artistas, la verdad es que no necesita nada de nosotros. Ustedes tienen la música ahí -expresó-. Le decía a mi hijo que hay lugares a los que uno va, como esa provincia, donde además de ir a tocar lo de uno, aprende mucho porque se respira el arte”. “El tucumano hace un folclore muy fino. La cantidad de músicos y artistas que han salido de ahí es innumerable, por eso es siempre un compromiso mandar una música o tocar por allá”, afirmó.

Además reverenció a referentes como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y el Cuchi Leguizamón: “me sacan la capacidad de análisis; aprendo y los disfruto siempre que los escucho”. Y reconoció el talento de muchos músicos jóvenes tucumanos.

Hoy el virtuoso guitarrista volverá a sorprender al público con la riqueza de sus interminables recursos técnicos, con la pasión puesta en las cuerdas, en las onomatopeyas que hacen las veces de percusión o en la voz cantada que se ensambla con la guitarra. Desde el flamenco hasta una furiosa chacarera; desde un tango hasta un standard de jazz “marca Salinas”.

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