Por Carlos Werner
09 Octubre 2020
EL FESTEJO. Todos con el capitán, Messi, después de la apertura del marcador. TÉLAM
Pasó Ecuador, quizás uno de los rivales más accesibles a priori de las Eliminatorias (aunque finalmente no lo fue tanto). El martes el rival será Bolivia, que si no fuera que tiene como aliada a la altura, no debería representar un problema. Y ya en noviembre, a recibir al duro Paraguay, el 12 de noviembre. Y, el cierre del año será cinco días después en Lima, ante el siempre complicado Perú.
Vamos por partes. El partido con Ecuador dio una primera idea de qué tendría que lograr el equipo en La Paz, más allá de un buen resultado. Precisión, primero. Y asumir un rol más ambicioso. Hay varios días para trabajar en eso. La materia prima está.
Qué Bolivia se verá dependerá en parte de cómo le vaya hoy con Brasil. Entendiendo que Neymar y compañía no deberían complicarse, casi con seguridad el martes el equipo que dirige el venezolano César Farías irá a por todo ante el de Lionel Scaloni. Hay una pauta de ello: reservó a cuatro de los cinco jugadores que juegan en el extranjero y no los llevó a San Pablo. El historial dice que, de 10 partidos, le ganó cinco a la Argentina (entre ellos, el recordado 6-1 de 2009) y empató dos veces.
Ganar en el comienzo de unas Eliminatorias siempre duras, es bueno. Pero hay mucho trabajo todavía por hacer.
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