La gran mayoría de las empresas de colectivos finalmente saldó la planilla salarial de los trabajadores, correspondiente a agosto. Pero lo que debería haber sido una buena noticia prácticamente pasó inadvertida.
No sólo resta el pago de sueldos del mes pasado -motivo por el cual la dirigencia de la delegación local de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ratificó el paro de ómnibus-. También se ciernen en el horizonte feos nubarrones que amenazan con complicar aun más el fin de un año duro, por donde se lo mire.
"Hay que ver cómo solucionamos no sólo setiembre, sino hasta diciembre", dijo el secretario general de UTA Tucumán, César González.
El dirigente, que se recupera de la covid-19, contó a LAGACETA.Com que en principio mañana llegan del Gobierno nacional los $ 153 millones en concepto de subsidios con los cuales se cierra lo previsto para las ayudas al sector durante el segundo cuatrimestre. "Pero a partir de ahí los fondos se reducirán drásticamente, porque según el presupuesto sólo quedaría, para subsidios de la Nación, $ 4.000 millones para el último cuatrimestre, para todo el interior del país. Y en realidad, se necesitan $ 16.000 millones; es decir, apenas queda un 25% de lo que se precisa.Queremos saber quién se va a hacer cargo de esta situación", advirtió.
Para colmos, añadió que en Tucumán, en particular, ya se ingresó a un cuello de botella. "El 95% de las empresas pagó el sueldo de agosto -sólo restan las líneas 11, 18, 4, San pedro Colalao y Ruta del Sur, que se comprometieron a depositar hasta mañana al mediodía- con ayuda de la provincia, que supuestamente era para setiembre. Y las recaudaciones no ayudan en nada; cayeron el 75%", precisó.
El dirigente avizoró un futuro muy alarmante. "Esto es muy feo; puede hacer que caigan las fuentes de laburo. Por eso hay que ser muy meticulosos, hay que tener mucha tranquilidad, mucha sapiencia para ver cómo vamos saliendo. Pero a veces la situación es desesperante", concluyó.