Por Mirta Isabel Lazzaroni
09 Octubre 2020
Estamos atravesando una situación de sequía como hace varios años no veíamos. Una de las caras visibles de este problema son los incendios que se vieron en las serranías, tanto en la zona de San Javier como en el sur tucumanos. Pero otra cara, más angustiante tal vez, es la de los cientos de familias que no cuentan con agua potable en la casa. Las áreas más afectadas son la del piedemonte, en Yerba Buena, Tafí Viejo y Villa Carmela, donde el suministro de agua no es permanente. Incluso el gerente general de la SAT, Augusto Guraiib, admitió que en algunas localidades del interior de la provincia se programa en turnos la provisión de agua. En El Corte, en tanto, los camiones cisterna son los que deben proveer a los vecinos porque de las canillas no sale una gota o apenas un hilo de agua.
En la zona piedemontana los pozos no están rindiendo como suelen hacerlo. Las napas freáticas, que son la fuente para proveerse, se están retrayendo ante la falta de lluvias. Entonces, su nivel está por debajo de la bomba de extracción. Por eso no pueden abastecer las casas del área. Tampoco los ríos, que también dependen de las precipitaciones para crecer en caudal.
Y es ahí donde la sequía agrava la situación, porque no se espera un verano lluvioso. Al contrario. “Nuestro proceso de lluvia está tirándose a fines de octubre, después más o menos cercano a mediados de noviembre habrá otro y luego, a comienzos de diciembre”, advirtió el doctor en Meteorología Juan Minetti. “Habrá largos procesos de sequía en la segunda quincena de noviembre, a mediados de enero y comienzos de febrero. Va a llover menos que lo normal”, agregó.
El especialista aclaró que se trata de un proceso de larga escala que genera sequías en toda Sudamérica, en particular, en el centro de Brasil, en Bolivia y en Paraguay. Esa zona lleva 16 meses de sequía ininterrumpida. En cambio, el norte de nuestro país lleva una sequía de entre cuatro y seis meses y en el centro, en la Pampa húmeda, la sequía es de unos tres meses.
Minetti también aclaró que no se debe confundir este fenómeno con el de La Niña, que todavía no se ha definido claramente. “La Niña está aproximadamente en la cercanía de los índices normales, y entonces esto da lugar a confusión. Además, como la gente cree que el único mecanismo de la sequía es La Niña, entonces le atribuyen a este fenómeno la sequía de Argentina y Brasil, y eso es incorrecto”, puntualizó.
Por todo esto se torna indispensable cuidar el agua, no derrocharla bajo ningún pretexto. Y conocer cuánto se consumo en las actividades diarias de la casa constituye una ayuda para que ahorremos este bien tan preciado y vital. Asimismo, resulta fundamental recordar que Tucumán consume mucha más agua que la media de otras partes.
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