En la reciente entrega de los Premios Gardel, una canción abrió paso al momento más emotivo. Ricardo Soulé, junto a un grupo de invitados, entonó aquello de: “Todo concluye al fin,/ nada puede escapar./ Todo tiene un final,/ todo termina...” El ex integrante y líder de Vox Dei, con la sobriedad que lo caracteriza, recibió un homenaje por los 50 años de “Presente”, un tema que compuso a los 18 años tras una ruptura amorosa y que vio la luz en el primer disco de la banda, “Caliente”, en 1970.
Desde entonces, la canción se convirtió en uno de los íconos del rock nacional. El video, con Soulé e invitados de lujo como Ricardo Mollo, David Lebón, Chizzo Nápoli (La Renga), Elena Roger, Juanchi Baleirón, Gabriel Pedernera, Guillermo Vadalá y Mery Granados, estará desde hoy disponible en todas las plataformas digitales.
A los 70 años, Soulé sigue componiendo y actuando con distintas formaciones, aunque la cuarentena lo obligó a suspender los conciertos en vivo. Ensaya, estudia y escribe un libro de memorias, mientras espera el estreno de la película “Peregrino. El cantar de Ricardo Soulé”, de Néstor Rodríguez Correa, que muestra sus facetas artística y religiosa, y su conexión con la naturaleza. En diálogo con LA GACETA, Soulé reconoció que “Presente” habla, precisamente de “El momento en que estás” (su título original), pero quienes la incorporaron de adolescentes no pueden evitar ser transportados emocionalmente al pasado.
“Sí. Un poco te remite al pasado, pero también tiene una referencia a lo que está pasando hoy, al presente de nuestra Argentina, y está vinculando a muchos músicos que no son de esa época -opinó el autor-. Lo único que cuenta es el presente, porque es la única realidad tangible e indiscutible. Lo que pasó está en nuestro recuerdo, nada más, y el futuro es algo que no sabemos si vendrá o no”.
- ¿Después de tantos años, sentís que la vida es fugaz?
- La sensación del transcurso del tiempo es algo difícil de tomar conciencia. 50 años es un montón de tiempo, pero a la vez es poco. Es decir que la noción del paso del tiempo es algo subjetivo. Depende mucho de cómo uno se sienta, de cómo esté rodeado. Ahora, con esto de la pandemia, parecería que el tiempo cotidiano transcurriera en cámara lenta.
- “Presente” tiene un origen relacionado con la literatura.
- Sí. Cuando tuve las primeras lecciones de literatura en el colegio secundario me gustó mucho la época del Siglo de Oro español y también la época medieval. Eso me dejó muy marcado cuando tenía 16 o 17 años. Escribí la canción bajo la influencia del poeta Jorge Manrique y las “Coplas a la muerte de su padre”, donde habla de lo efímero de la vida.
- El año que viene se cumplen 50 años de “La Biblia” de Vox Dei.
- Sí. También fue un hito en mi carrera como compositor. Es la primera obra conceptual que escribí y me ha traído muchísimas satisfacciones en lo artístico, pero también en mi vida como persona, porque me abrió las puertas de un mundo místico. Vengo de una familia cristiana. Me bautizaron, tomé la comunión, me confirmaron, pero yo realmente nací al cristianismo cuando empecé a estar con Grace, mi esposa. Ella viene de una familia polaco-italiana. Su padre, Tadeo, era un polaco cristiano de creencias muy arraigadas. Había sido prisionero de guerra en Siberia y pudo sobrevivir aferrándose a su fe en Cristo. Eso me impresionó muchísimo cuando tenía 20 años y me volqué a la lectura de la Biblia. Quedé impregnado de todo eso a lo largo de mi vida y fue mi otra fuente de inspiración, en las letras. Y en lo musical recibí la influencia de muchísimos ritmos. Sobre todo, del folclore. Cuando era joven se escuchaba mucho a Los Chalchaleros, Los Fronterizos, el tango, el rock de Elvis Presley... Hasta que aparecieron Los Beatles.
- ¿Preparas algo especial para el aniversario de “La Biblia”?
- No estoy haciendo nada en grupo a causa de las limitaciones de la cuarentena. Hace seis meses que no toco con músicos, salvo las cosas que hago por streaming. Lo que hago es escribir, estudiar e involucrarme con la música y la literatura como lo hice siempre. Ahora más, al estar todo el tiempo en casa. Estoy escribiendo un libro, que espero terminar hasta fin de año para ver si lo puedo presentar. Lo comencé hace algunos años en Sevilla, cuando nació mi primera nieta. Tengo a varios de mis hijos viviendo en España. Como vivimos con mi familia en ese país muchos años, también estoy muy vinculado con esa tierra. Es un libro de memorias y reflexiones.
-¿Cómo es tu película “Peregrino” y cuándo se estrena?
- Es un documental sobre mi vida, pero tiene momentos de ficción. Es una visión del realizador sobre este personaje que soy yo. Creo que, efectivamente, todo está muy relacionado con mi vida. Pero la mirada es la del cineasta. Tiene que ver con lo histórico, lo medieval, que a mí me atrajo mucho desde muy joven. Hubo un preestreno hace un mes. Terminamos la película hace un año y queríamos estrenarla en salas, pero ahora es imposible. Ahora, en octubre, vamos a ofrecer otra emisión a través de una plataforma de streaming. Lo más probable es que después se la estrene en Cine.ar.
-¿Cómo era tu actividad antes de la cuarentena?
- El año pasado hicimos algunas actuaciones con mi banda, La Bestia Emplumada, pero con los que más trabajé fue con Litto Nebbia, Nito Mestre y Silvina Garré. Estaba programado que tocáramos en Tucumán, en el teatro Mercedes Sosa, pero la fecha estaba fijada poco después de que tuvo el accidente Sergio Denis. No se pudo concretar. Hicimos otras en Córdoba, Rosario y en la Capital Federal. Grabamos un disco con este cuarteto. Uno de los músicos que nos acompañaba es tucumano: Leopoldo Deza, tecladista de Nebbia.
- En Tucumán, Vox Dei dio uno de sus primeros conciertos en vivo, junto a Almendra, en la semana del Instituto Técnico, a principios de los 70.
- ¡Sí! Tengo recuerdos muy hermosos de Tucumán. Fuimos varias veces, una de ellas viajamos en el tren Estrella del Norte. Pero con Almendra habíamos ido en avión. Fue nuestro bautismo de vuelo. Una de las cosas que más me atrae de Tucumán es la Escuela de Luthería, su contenido de música barroca y de historia jesuítica. El recuerdo también es un poco triste porque volvimos muy pocas veces a un lugar tan bello como Tucumán, con una parte cultural tan fuerte. No tuvimos la suerte de poder vincularnos más con ustedes. Apuesto a que el futuro nos acerque.