Todo empezó por un problema entre menores. El domingo a las 18, en el barrio Villa Tercera de Los Ralos, un adolescente de 15 años que manipulaba una honda hirió a un niño de ocho años en el rostro, lo cual ocasionó una discusión entre familiares que fue subiendo de tono hasta llegar a lo impensado. Verónica Vanessa Torres, de 38 años, la madre del niño herido, murió de una puñalada en el abdomen. Por este hecho se aprehendió a María del Jesús Flores (28), la madre del adolescente. Cada familia dio su versión sobre la pelea.
Velatorio
“Mi mamá fue a reclamarle bien al abuelo del vecino que había herido a mi hermano; ese hombre empezó a insultarla y mi mamá lo cacheteó. Después de eso los padres de este chico vinieron a casa para amenazarnos a todos, delante de la Policía que ya estaba aquí”, relató Débora Vanessa González, la hija de 19 años de la víctima, quien recibía el pésame de los vecinos durante el velorio. La joven aclaró que nunca había existido un problema previo con esas personas. “A las 19 volvieron y se metieron en nuestra casa para matar a mi madre”, agregó la joven mostrando una foto de su mamá.
María Luz González, de 16 años, no podía contener las lágrimas al recordar la tragedia que presenció. “Escuchaba los ruidos; no sabía lo que pasaba así que salí a la puerta; mi tía me empujó para que no me clavaran un cuchillazo; la amenazaban a ella también. Cuando pude salir me encontré con mi mamá muerta en el piso de la sala”, detalló la adolescente, que estaba acompañada por sus tías y por su padre, Gabriel González. Del mortal ataque está acusada María Flores, quien estuvo acompañada por su esposo, Héctor Viroche y por su hermano Carlos Flores. La Justicia ordenó la detención de las tres personas. “Todo pasó dentro de casa, delante de las criaturas”, añadió González, congestionada por el llanto.
Los parientes de la víctima no dudaron en decir que María Flores llegó decidida a concretar el crimen. “Salió de la casa limpiando el cuchillo y diciendo ‘¡a ver si te levantás ahora!’”, dijo una de las hijas.
Torres era ama de casa, tenía seis hijos y estaba separada. Los vecinos la describieron como una mujer que nunca había tenido problemas con nadie; lo mismo dijeron de la acusada Flores. En el barrio nadie salía del asombro por cómo una pelea de niños había podido terminar en una fatalidad entre adultos. “Para mí es lamento total esto; ambos vecinos son buena gente. No tengo nada malo que decir de ninguno de ellos realmente; no sé cómo llegó a pasar esto”, explicó Mercedes Luna, muy impresionada con lo que se vivió entre el domingo y el lunes. “Escuchamos los gritos y las corridas que venían de afuera pero por miedo no íbamos a salir a meternos en un lío así”, agregó.
“Ese día me quedé con los chicos. Cuando escuché los gritos sólo atiné a correr y ponerle llave al portón de entrada porque no sabía lo que estaba pasando al frente; se veía a mucha gente, la cuadra estaba repleta y yo temía por las criaturas”, contó Fátima Roldán.
En el hecho interviene la Unidad Fiscal de Homicidios, a cargo de Carlos Sale. Fuentes judiciales informaron que se ordenaron allanamientos y el secuestro de celulares y cuchillos en dos domicilios de Los Ralos.
La otra versión
“Vinieron más de 20 personas a atropellarme; yo no puedo ni caminar y vinieron a agredirme”, señaló Juan Carlos “El Rengo” Flores, el abuelo de 68 años del menor que hirió a su vecino con una honda. “Ella estuvo mal, ¿cómo no vino a hablarnos bien en lugar de agredirme por un problema de niños? Después pasó lo que pasó, pero en el barrio nunca habíamos tenido un problema con nadie. Todos me conocen, viví aquí toda mi vida”, argumentó el padre de dos de los detenidos, que recibió a LA GACETA en su casa.
El adolescente, a su vez, indicó que sus vecinos también habían estaban jugando con las resorteras hasta que uno resultó lastimado. “Irrumpieron aquí todos, las hijas, los novios de las hijas, los hermanos me allanaron la casa prácticamente. ¿Por qué no vino a hablarme bien de lo que había pasado? En lugar de eso llegó borracha y los vecinos me ayudaron a que no pase a mayores todo”, añadió el abuelo con voz quebrada. “Dos familias arruinadas con esto. A mí me arruinaron la vida también”, concluyó. (Producción periodística: Santiago Re)