Movilizados por la congoja que generó el crimen de Ana Dominé, cientos de tucumanos volvieron a salir a las calles para pedir justicia por el asesinato de la empresaria de 52 años y por otras causas que hasta la fecha siguen impunes. Los manifestantes se congregaron en la esquina de Alem y Crisóstomo Álvarez, la misma intersección en la cual, el sábado 12 de septiembre, una banda de delincuentes asesinó a Dominé de un disparo en la cabeza frente a los ojos de su hijo para robarle una cartera.
“Pedimos seguridad para poder volver a entornar nuestras vidas, volver a abrir el comercio de mis sobrinos y pedirles seguridad a los funcionarios. Que se revea por qué se filtra información sobre los allanamientos que se quieren hacer”, señaló Daniel Dominé, el hermano de Ana, quien se volvió el principal vocero de la protesta. “Yo tengo a mi nieto, Anita estaba esperando al suyo. Yo voy a luchar para que el día de mañana esos chicos no puedan decir que no hicimos nada para cambiar las cosas. Por eso sólo podemos agradecer a la gente que vino hoy y el miércoles”, agregó.
Bajo las copas de naranjos y lapachos, la manifestación continuó hasta Casa de Gobierno; allí se leyó el nombre de diversas víctimas de homicidio de la provincia. “Podemos recordar 600 casos al menos”, enfatizó Alberto Lebbos desde las escalinatas del palacio.
“Un acusado sale libre después de pagar $1 millón cuando la investigación sigue avanzando y demostrando que se hizo un trabajo de inteligencia tremendo. Siete personas actuaron al menos”, cuestionó Dominé. “Hay gente que se mueve impunemente delante de todos los vecinos. Quedan libres, no los pueden detener. La gente de bien quiere vivir tranquila, poder trabajar, poder enviar a los hijos a la escuela; por eso nos colaboraron mucho para dar con los acusados”, agregó.
Los familiares explicaron que no dejarán que se desvíe el foco del problema. Al ser consultado por los dichos que el ministro de Seguridad Claudio Maley había tenido en la semana, Daniel Dominé sintetizó: “él pidió disculpas después y nosotros se la aceptamos, es todo lo que diré de eso”.
Dos sobrinos de la empresaria también se expresaron sobre el ritmo que lleva la investigación. “Lo que ya se sabe es que se trata de tipos millonarios, de una organización mafiosa que cuenta con complicidad policial, porque hay efectivos que están siendo investigados. Se tiene que rever las leyes, porque las hoy vigentes favorecen al delincuente para poder salir pagando con un dinero cuyo origen nunca justifican”, analizó Álvaro Dominé, quien entiende que la pesquisa avanzó destacablemente gracias a la presión social que rodea al caso. Luego prosiguió cuestionando los términos de las fianzas: “¿De dónde sale esa plata? Creo que los tucumanos nos debemos una reforma de las leyes, si no podríamos entender que cualquier persona puede matar a otra si tiene $ 1 millón en el bolsillo para pagar la fianza. Vemos que la Justicia y la Policía se están moviendo, pero también es porque hay una presión grande del pueblo; así tendría que ser siempre, sin la necesidad de que tengamos que marchar”.
“Algunos están malacostumbrados a un país que se está despertando; no podemos seguir tolerando que haya jueces perpetuados en un cargo y que por años no trabajen más que en una causa. ‘Hormiga’ tenía que haber estado preso, pero los jueces que le tocaron estaban ocupados en otra causa que implicaba a un político”, anunció el sobrino.
Rocío Dominé, por último, subrayó: “no queremos más complicidad de la Policía; no queremos una puerta giratoria para delincuentes que puedan pagar fianzas millonarias, dinero que nosotros no tenemos pero que ellos sí. Queremos una Policía que nos cuide cuando salgamos a trabajar, y no una que nos avergüence”. (Producción periodística: Santiago Re)
Detenido: se entregó el quinto acusado
Exequiel Tous, de 25 años, se entregó ayer en la división Homicidios de la Policía. Con él ya son cinco los imputados por el crimen de Ana Dominé que quedaron a disposición de la Justicia. Los demás son: Raúl Antonio Greco, Sebastián Alfredo Quiroga, Federico Sánchez y Braian Leguizamón. En el caso del último, mediante una fianza, quedó en libertad.