17 Septiembre 2020
BIEN HECHO. Lionel Messi saluda a sus compañeros al final del partido. Jugó 62 minutos.
Saludos correctos con sus compañeros y con el entrenador neerlandés Ronald Koeman (le dio la mano casi sin mirarlo, con rostro serio, y sin cruzar palabras). Para Lionel Messi, su nueva etapa en Barcelona está yendo por carriles normales, pero sin demasiadas sonrisas desde lo visual. Las alegrías le llegan con el fútbol y con sus goles. Ayer marcó dos (los primeros desde que amenazó con abandonar el club el mes pasado) en la victoria 3-1 sobre Girona, en el segundo amistoso de pretemporada del equipo catalán.
El brasileño Philippe Coutinho estrelló un remate en el travesaño antes de darle a “Barça” la ventaja en la primera parte luego de una brillante jugada entre Messi y el portugués Francisco Trincao, uno de los fichajes del conjunto azulgrana para esta temporada.
Messi lució bien en lo físico y lúcido en cuanto a juego. Luciendo la nueva camiseta alternativa de color rosa, jugó 62 minutos y marcó la diferencia. Como casi siempre lo hizo en los últimos tiempos.
Koeman hizo cuatro cambios en la alineación que venció el sábado 3-1 a Gimnastic de Tarragona en su primer partido al mando del equipo. El DT erminó realizando nueve sustituciones, sólo manteniendo en el campo al defensor Ronald Araujo y al arquero Neto.
Ya superada la novela de su deseo de partir del club, Messi jugó otra vez y lo hizo de “falso 9”, posición en la que lo piensa poner en el equipo Koeman. El DT siguió apostando por un 4-2-3-1. En general, Barcelona funcionó muy bien en su faceta ofensiva, pero en defensa mostró errores como la pérdida de Frenkie de Jong que derivó en el gol de Girona.
El 27 de septiembre, ante Villarreal, se producirá el debut de Barcelona en La Liga. Debido a haber jugado la parte final de la Champions League, el club recibió una autorización especial de la Federación Española para sumarse más tarde a la competencia.
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