16 Septiembre 2020
La Copa Libertadores tuvo un cierre escandaloso en 2018. River y Boca tuvieron que definir la final de Madrid, luego de los incidentes protagonizados por los hinchas “millonarios” que atacaron al micro que trasladaba a los futbolistas “xeneizes” antes de llegar al Monumental.
La revancha -en el encuentro de ida habían empatado 2 a 2 en La Bombonera- no se pudo jugar y debido al tenso clima que se había generado, la Conmebol decidió cambiar de escenario. Buscó un terreno neutral y eligió el estadio de Real Madrid, en la capital española, decisión polémica porque la principal competencia sudamericana se definió en Europa. El “Millonario” ganó 3 a 1 y obtuvo el trofeo.
Boca se sintió afectado por la decisión, teniendo en cuenta lo sucedido unos años antes cuando se suspendió el encuentro de octavos de final debido al gas pimienta arrojado a los jugadores visitantes y la Conmebol le otorgó la clasificación a River. Por eso recurrió al TAS.
El fallo no arrojó sorpresas -el organismo internacional no modifica resultados- y ratificó el título obtenido por River.
El entonces presidente Daniel Angelici creía que al menos se aplicaría una fuerte multa económica tanto para River como para Conmebol, organizadores de la fatídica y fallida final de noviembre de 2018 en el Monumental. Sin embargo, el TAS reconoció los argumentos del club “xeneize”, pero no aplicó ningún castigo monetario. Sólo obligó al “Millonario” a jugar dos partidos de competencias internacionales sin público en Núñez.
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