“No entrés. LLamá a la Policía que lo maté al otro”, le dijo un sereno al dueño de un bar ubicado en Brígido Terán al 800. El propietario, espantado con esas palabras, ingresó al lugar y encontró al cocinero sin vida debajo de un colchón. Llamó al servicio 911 y dos bicipolicías detuvieron al autor del hecho que nunca se movió de la escena del crimen ni negó la acusación en su contra.
El homicidio se desencadenó pasadas las ocho, pero recién fue descubierto a las 11.
Por razones que tratan de establecerse, Fabián Aredes (58 años) mató a su compañero de trabajo Luis Enrique Juárez (31).
En la escena del crimen, los pesquisas encontraron un matafuego ensangrentado, por lo que sospechan que ese elemento podría haber sido el arma homicida. La víctima, oriunda de Ranchillos, murió por un fuerte golpe en la cabeza.