Colegio de Jueces: Balcázar es presidenta al no tener contendiente

Las cámaras de las computadoras volvieron a encenderse después de que el Zoom del jueves se apagara subrepticiamente, pero ayer había 9 de los 14 miembros del Colegio de Jueces de la capital. También se encendieron los ánimos de esa institución y quedaron expresados en el grupo de WhatsApp que todos los magistrados integran.

Después de intercambiar desplantes, desconfianzas y algunos enojos, se retiró la fórmula Federico Moeykens-Juana Juárez, y María Balcázar y Ana Iácono se convirtieron en las primeras titular y vice del Colegio de Jueces. No hizo falta una nueva votación ni el recurso del azar para elegir a este dúo para el cual el mismísimo vocal de la Corte, Daniel Leiva, habría pedido sufragios. Moeykens y Juárez allanaron el camino al desistir de la contienda. A estos últimos los habían apoyado originalmente Pedro Roldán Vázquez, Carolina Ballesteros, Isolina Apás Pérez de Nucci y Marcelo Mendilaharzu. En cambio, a los que ganaron por deserción, los respaldaban Dante Ibáñez, Fanny Siriani, Alejandro Tomas y Rafael Macoritto.

Moeykens y Juárez, que no asistieron al encuentro virtual de ayer, explicaron por escrito por qué abandonaban su postulación. “Estamos lejos de generar conflictos o divisiones internas entre los miembros del Colegio, o de exponer nuestra observada labor innecesariamente en atención al delicado momento institucional que atraviesa el Poder Judicial”. Balcázar por su parte proporcionó un acta que celebra lo ocurrido. “El Colegio de Jueces y de Juezas expresa su satisfacción por la voluntad de trabajo, de debate y de participación democrática de sus integrantes, y el inicio de un nuevo sistema procesal adversarial con el que la totalidad de los miembros están comprometidos porque este es un cambio positivo para cumplir las demandas de la sociedad”, dice el texto.

En la mañana de ayer, apenas los magistrados leyeron en LA GACETA el papelón de haber cortado el Zoom y de no haber podido elegir autoridades, se desató una catarata de mensajes en el grupo de WhatsApp. Como suele ocurrir en estas ocasiones, las primeras expresiones no fueron autocríticas, sino inquisiciones acerca de quién había sido el culpable de avisar a la prensa.

“Espero que quienes hayan avisado sean conscientes de que eso no suma ni resta”, se molestó un magistrado. Otro reflexionó diciendo que “habían caído muy bajo” y no faltó quien le respondiera defendiéndose: “yo no caí así de bajo, yo no hago esas cosas”. La conversación siguió para defenderse de quién podría haber filtrado la información. El chat reflejaba la necesidad de encontrar un culpable de un acto público. De todos modos sirvió para que rápido dijeran: “mañana tiene que estar el presidente y el vice”. Y lo estuvo. No obstante, no faltó quien advirtiera que “era lamentable lo que publicó la prensa”. Pidió que “estén todos y todas juntos porque, si no, nos devorarán los de afuera”. También hubo repudios anónimos para quién comentó lo ocurrido. Felizmente un miembro dijo saber quién o quiénes eran, pero que lo diría “cuando estemos todos”.

Los magistrados luego discutieron sobre qué había pasado con el hospedador del Zoom que, al retirarse, había cancelado la reunión del jueves abruptamente. Incluso Balcázar reconoció su enojo con una expresión de Moeykens.

Uno de los jueces tomó coraje y escribió un chat que se animaba a afrontar la moderación de una nueva elección de autoridades. Ante la posibilidad de que pudieran aceptar su propuesta, hizo una advertencia a los jueces:: “si prometen manejarse de manera respetuosa no tengo problemas en hacerlo”.

En medio de estas fricciones, alguien intentó cambiar de tema y hasta se animó a mostrar la foto de algún lugar paradisíaco para visitar cuando la pandemia lo permita.