El cartón estaba lejos de estar lleno en Atlético sin la presencia de Ricardo Zielinski. La cabeza del plantel de Primera vino a ayer completar un cuerpo que corría y se ejercitaba por el complejo de Ojo de Agua hace cuatro semanas. Lo hacía con el rumbo que le dieron los ayudantes del entrenador, claves para suplantarlo mientras primero intentaba volver de Buenos Aires en plena cuarentena y en las últimas dos semanas, mientras cumplía la cuarentena obligatoria en un hotel de nuestra capital. Ahora ya con él junto al equipo, Atlético está completo. Y ya no solo caminará, correrá y levantará pesas. Con la llegada del técnico, los cambios en los entrenamientos se hacen presentes.
A las 8.16 (44 minutos antes del inicio pautado del ensayo) el entrenador llegó al predio en su auto negro, recibiendo el distanciado saludo de todos los empleados. En la cancha recibió el de los jugadores y aquí ya se pudo ver el primer cambio. Los grupos de seis jugadores divididos en dos turnos matutinos ya eran más grandes. A partir de ayer el plantel trabaja con un grupo de 16 y otro de 12. Franco Pizzicanella, Cristian Lucchetti, Gustavo Toledo, Marcelo Ortiz, Jonathan Cabral, Fabián Monzón, Cristian Erbes, Gabriel Risso Patrón, Leonardo Heredia, Guillermo Acosta, Nicolás Aguirre, Lucas Melano, Matías Alustiza, Augusto Lotti y Javier Toledo en uno. Daniel Ibáñez, Gustavo Lescano, Agustín Lagos, Mauro Osores, Camilo Albornoz, Abel Bustos, Hernán Rosales, Kevin Isa Luna, Jonás Romero, Ramiro Ruiz Rodríguez, Nicolás Laméndola y Martín Peralta en el otro.
Durante esa práctica matutina la mayor parte del tiempo observó los ejercicios físicos que había diseñado el preparador físico Alfonso Meoni. Estos trabajos preponderaron durante estas cuatro semanas de ensayos tras la suspensión de las actividades. Si bien la pelota nunca dejó de estar presente, ahora tomará mayor protagonismo. Lo cual nos lleva a otros dos cambios tras el regreso del entrenador: el primero es el hecho de que no solo hubo un turno matutino, sino también otro vespertino. Esto empezó a correr desde ayer y se mantendrá durante los días lunes, miércoles y viernes.
Por la tarde justamente, Zielinski alzó mas la voz. Así será la dinámica de ahora en más: por la mañana trabajo físico y por la tarde, táctico. Los martes, jueves y sábado también habrá fútbol pero esta vez en el único turno, el de la mañana.
El cambio más importante, además de ver a Zielinski con un barbijo (algo que no se había visto hasta aquí), sería el del partido entre titulares y suplentes. Esto tampoco se ha visto en ninguno de los entrenamientos “decanos” y finalmente podría pasar entre el viernes y sábado. Más amistoso que nunca y entre propios compañeros pero partido de fútbol al fin.
El último partido que jugó Atlético fue el 1-1 ante River en el excitante final de la Superliga que terminó perdiendo River en el Monumental José Fierro. El último partido que pudo haber jugado fue también ante River, una semana más tarde, cuando el “Millonario” no se presentó, en el inicio de la pandemia. Ahora bien, el último entrenamiento del equipo que dirigió Zielinski fue el martes 17 de marzo pensando en un partido que tampoco jugó. Ese día prepararía el duelo de la segunda fecha de la Copa de la Superliga, ante Huracán. Ahora, el próximo partido del equipo también (ver nota aparte “La vuelta del fútbol de AFA, postergada hasta octubre”) sigue siendo una incógnita pero al menos ya tiene a su técnico. “Hoy, por como están las cosas, veo difícil que arranque el torneo local”, aseguró el propio entrenador que además cuestionó el formato del torneo que daría inicio a la nueva temporada. “A mí me gustan los torneos cortos, me cuesta entender el torneo que vamos a jugar”, confesó.
A la salida del entrenamiento matutino, le preguntaron: “’Profe’, ¿se extrañaba esto, verdad?”, a lo que respondió sí con la cabeza, sin hacer más declaraciones a la prensa. Parco, sin demostrar mucho sus emociones, pero feliz de volver. Zielinski no ha cambiado y ha vuelto.