05 Septiembre 2020
MISMOS COLORES. Messi no cambiará de camiseta. En los últimos días circularon montajes de “Leo” con otras remeras.
“No me daba ‘bola’ a lo que le estaba diciendo”, reveló Lionel Messi. Fue una de las tantas sensaciones que “La Pulga” contó en la entrevista que concedió a un portal web español. Finalmente Messi se quedará en Barcelona.
Josep Maria Bartomeu es quien no le prestaba atención al rosarino que remarcó más de una vez en la entrevista que la derrota 8-2 ante Bayern Munich no fue el motivo por el que quería marcharse. El año 20 de su relación con el club fue de lo peor para él en cuanto a sensaciones, porque si bien su nivel de juego tuvo mejor presente en años anteriores, Leo siempre es la brújula del juego eficiente que puede desarrollar Barcelona, más allá de los nombres que lo acompañen.
“Me quería ir porque pensaba en vivir feliz mis últimos años de fútbol. Este último no encontré la felicidad dentro del club (...) voy a seguir porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, eso es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio”, fue el relato de Messi.
Ahora bien, a “Leo” deberá ‘darle bola’, no sólo Bartomeu, también Ronald Koeman, el nuevo técnico del equipo que en su primer contacto con el jugador comprobó que no quería estar en su proyecto. Y eso que, según trascendió, el neerlandés le anticipó que el equipo iba a ser funcional a él. Por ese lado viene la atención que Messi le reclamó a Bartomeu.
En los últimos días, entre tantos caos de datos, hubo centenares de opiniones. Entre ellas la de formadores de “La Pulga” en las categorías infantiles de Newell’s. Paz y tranquilidad es la fórmula que permite rendir óptimamente a Messi según los que lo conocen. Esa armonía ya no la siente en Barcelona, por más que haya decidido quedarse. “Yo no iría a juicio nunca porque es el club que amo, es el club de mi vida, me dio todo y yo le di todo, jamás se me pasó por la cabeza hacerle juicio”, sostuvo siempre con el mismo tono de voz, como suele pasar cada vez que habla.
Es difícil evaluar si la decisión que tomó le traerá esa paz y tranquilidad de la que depende su rendimiento. Lo que es seguro es que la dirigencia “blaugrana” deberá trabajar para la nueva felicidad de Messi, algo tan complejo como la “nueva normalidad” a la que el mundo se enfrenta con la pandemia.
¿Podrá el dúo Bartomeu-Koeman hacer que hasta mediados de 2021 Messi cuente con esas condiciones? La sensación que dejó Messi es que se queda para cumplir el contrato, pero sin disfrutarlo. Casi como un sacrificio, el goleador histórico del club prefiere eso a pelear en tribunales donde peor la pasaría porque sería un final no apto para una historia idílica como la que él y Barcelona tienen. “Me dolió mucho que se llegase a pensar que podía ir a juicio para beneficiarme. Me quería ir y estaba en todo mi derecho. Y no es ‘me voy y ya está’. Era me voy y me costaba muchísimo”, amplió.
Ahora se queda y quiere ganar muchísimo, como a él le gusta. Por delante tendrá la Liga, la Champions y la Copa del Rey. Bartomeu y Koeman no necesitan ser expertos en psicología para entender que deben mantener feliz al astro. Desde Italia llegan informaciones de que el pase de Luis Suárez, amigo de Messi y que ya tenía todo acordado para sumarse a Juventus porque Koeman no lo iba a tener en cuenta, tuvo un freno a partir del anuncio.
Tanta es la necesidad del argentino de estar cómodo que en su último encuentro le dijo a Suárez que se quedaban los dos o ninguno. Busca paz y tranquilidad, la necesitará y quienes lo rodean deberán prestarle atención a esa búsqueda si quieren que Barcelona y Messi vuelvan a ser la fórmula de los triunfos.
En junio
Cuando el 30 de junio de 2021 se termine el vínculo, no hay motivo para una renovación automática. Según la FIFA, seis meses antes de la finalización de un contrato, se puede empezar a negociar con otro club.
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