A medida que los glaciares se derriten y retroceden debido al cambio climático, el volumen de agua que ocupan los lagos glaciares en el planeta creció alrededor del 50% en los últimos 30 años. Durante ese tiempo se han recogido datos de satélites de la NASA y eso es lo que confirma este aumento. Fueron publicados en la revista Nature Climate Change, según consigna la agencia DPA.
Estos datos permitirán evaluar los peligros potenciales para las comunidades ubicadas aguas abajo de estos lagos y ayudarán a mejorar la precisión de las estimaciones del aumento del nivel del mar.
Los glaciares se están retirando a una escala casi global y este estudio proporciona a los científicos una imagen más clara de la cantidad de agua que se ha almacenado en los lagos.
“Sabemos que no toda el agua de deshielo llega a los océanos de inmediato”, dijo el autor principal, Dan Shugar, de la Universidad de Calgary en Canadá. “Pero hasta ahora no había datos para estimar cuánto se almacenaba en lagos o aguas subterráneas”, agregó.
Cinco pasos
El equipo analizó más de 250.000 escenas de las misiones del satélite Landsat, una iniciativa conjunta entre NASA y el Programa de Estudios Geológicos de EEUU. Hace una década no habría sido posible procesar y analizar este volumen de datos. El equipo analizó los datos en cinco pasos de tiempo a partir de 1990 para examinar todas las regiones glaciares del mundo excepto la Antártida y analizar cómo cambiaron los lagos glaciares durante ese período.
Shugar señala que si bien el agua del derretimiento de los glaciares almacenada en los lagos glaciares contribuye relativamente poco al aumento general del nivel del mar, puede tener un impacto importante en las comunidades montañosas aguas abajo de estos lagos glaciares.
Riesgos
Los lagos glaciares no son estables como los lagos en los que la mayoría de la gente está acostumbrada a nadar o pasear en bote, porque a menudo están represados por hielo o sedimento glacial llamado morrena, que está compuesto de rocas sueltas y escombros que se empujan hacia el frente y los lados de los glaciares. Por el contrario, pueden ser bastante inestables y romper sus riberas o presas, provocando inundaciones masivas río abajo. Este tipo de inundaciones de lagos glaciares han sido responsables de miles de muertes durante el siglo pasado, así como de la destrucción de aldeas, infraestructura y ganado. “Afortunadamente, organizaciones como las Naciones Unidas están facilitando mucho monitoreo y algunos trabajos de mitigación donde están bajando los lagos para tratar de disminuir los riesgos”, destacó el investigador.
En América del Norte, los riesgos que plantea una inundación repentina en un lago glacial son menores. “No tenemos mucha infraestructura o comunidades río abajo”, dijo Shugar. “Pero no somos inmunes a eso”, aclaró.