Los gobiernos Provincial y municipales parecen estar enfocados en la gestión de la pandemia. Tucumán atraviesa por los peores días, por el número de contagios registrados de covid-19 y la preocupación de las autoridades se multiplica. Si bien en este contexto la dirigencia rehuye de hablar sobre cuestiones políticas y electorales de manera directa, éstas se cuelan en la realidad de los sectores políticos que más burbujean a fuego lento con las intenciones apuntadas a las próximas elecciones nacionales (2021) y provinciales (2023).
Por un lado, en el oficialismo provincial la interna entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, tuvo un nuevo episodio por estas horas y promete extenderse.
Tras algunos meses de calma, los encontronazos públicos se habían reanudado en abril. La relación ha sido cambiante durante este segundo mandato y ha intercalado momentos de tensión y confrontación con otros de conveniente concordia. Sucede porque el trasfondo de las diferencias sigue latente: la pelea por la sucesión. Por ahora, la crisis sanitaria dejó guardada en el último cajón la discusión de una posible reforma constitucional que eventualmente permita a Manzur acceder a competir otra vez por la gobernación. El freno a esta definición mantiene inquietos a manzuristas y jaldistas.
En ese contexto, la semana pasada, Jaldo había pedido al Ministerio de Salud que explicara el origen de los fondos de cada compra de insumos para hospitales. Sucede que la Legislatura había donado 290 millones para ese fin. Ayer en LG Play explicó su molestia. “Cuando veo que alguien dona algo, ella se esfuerza en especificar quién está donando, como cuando la Caja Popular donó kits de hisopado. Y eso está muy bien ¿Mínimamente qué corresponde? Que diga que la compra se hizo por el acompañamiento de la Legislatura”, expresó. Un detalle: en las fotos en redes sociales junto a la ministra en ese acto de entrega aparece el diputado y dirigente bancario Carlos Cisneros, hombre muy cercano al gobernador.
Jaldo dijo también que todo terminó allí. Caracterizó su relación con Manzur como la de un equipo, pero que no piensan en todo igual y que se dicen las cosas en la cara.
Pero no todo parece tan terminado. Algunos legisladores cercanos al presidente de la Cámara salieron a cuestionar las últimas medidas del Comité Operativo de Emergencias (COE) que reactivaron restricciones para el uso del transporte público y para algunas actividades como las de los gimnasios o bares.
El más duro fue Daniel Deiana, quien calificó de “ineficaces” las políticas del Gobierno contra el avance del virus. Junto a Roberto Palina y Dante Loza presentó al mediodía de ayer un proyecto que propone anular la última resolución del COE en relación a las actividades económicas.
El manzurismo respondió con duros cuestionamientos a Deiana. Difundieron una imagen de los merenderos que sostiene el legislador en la que se reparte mate cocido en botellas de gaseosas. Las críticas no terminarán pronto y podría haber novedades en las próximas horas.
Por otro lado, en el alfarismo también hay algunos entredichos. La distancia no se acortó entre el intendente Germán Alfaro y su ex secretario de Gobierno y actual legislador, Walter Berarducci.
El parlamentario había arremetido contra Manzur por la inseguridad y su sucesor Rodolfo Ocaranza lo había cruzado al entender que esas declaraciones eran inoportunas en tiempos en los que la relación con la Casa de Gobierno mejoró sustancialmente. Berarducci reconoció ayer que, si bien sigue formando parte del espacio político, su vínculo con Alfaro es distante. Atribuyó el desencuentro a terceros con conductas “bajas y oscuras” que pretenden ligarlo con el jaldismo. Si bien otro legislador del bloque, Raúl Albarracín, intentó mediar no tuvo éxito. Parte del alfarismo está convencido de que Berarducci está trabajando en sintonía con Jaldo y esto le disgusta. Mientras, Alfaro sigue manteniendo algunas reuniones con el gobernador. La Intendencia mira con mucha preocupación el incremento de personas con covid-19 en la ciudad y hace malabares con los recursos económicos para mantener funcionando la administración.
En paralelo, la planificación política toma forma poco a poco. La llegada del concejal Alfredo Toscano a la secretaría de Obras Públicas marca esa impronta. Los objetivos en el horizonte: que la diputada Beatriz Ávila pueda seguir en el Congreso, esta vez como senadora, y que el armado se ubique el año que viene como el principal de la oposición. Los comicios nacionales serán clave para el equipo municipal. El jefe municipal no ve otra opción que integrar una fórmula para la gobernación en 2023 y posicionarse bien le allanará el camino.
Si bien la administración de la pandemia y el humor social se llevan la atención principal de la dirigencia, por lo bajo se perciben ya algunos movimientos.