Por Alicia Liliana Fernández
27 Agosto 2020
Una voz agradable te dice la hora (¡qué tarde es!) y la temperatura (¡qué calor!). Acto seguido lee el informe del día del Ministerio de Salud de la Provincia (¡bajón!). Pero al toque suena “La hija del fletero” y otra voz, la de los Redondos, te transporta y cantás bajito. Es AM o FM y en la pequeñez íntima de dos auriculares suena en tus oídos, te interpela y siempre te acompaña.
La radio cumple hoy sus primeros 100 años en el aire, sí, a pesar de toda la digitalidad. No la doblegan ni la televisión ni internet, ni las redes sociales ni las plataformas musicales. Es que el futuro del medio ya no es solamente “radio”, sino un gran proveedor de contenidos transmitidos a través de diversos soportes como smartphones, tablets, web, podcasts, entre otros, y la audiencia on line no para de crecer cada año. Por otro lado, la posibilidad de hacer radio “casera” pone en la web contenidos que siguen determinadas tribus de fieles oyentes.
La vida
“La radio significa para mí todo. Es la vida -confiesa Juan Carlos Carrizo, una de las voces más conocidas del medio-. Mi programa en LV12 va a la tarde y sin embargo a las cinco de la mañana ya estoy trabajando, viendo en qué le puedo servir al oyente, atento a las noticias. Además de la voz y de la preparación profesional en el micrófono interesa saber por dónde viene la noticia, y los conductores debemos dar un mensaje claro, que le sirva al oyente. De los 100 años de la radio, yo con mis 70 y pico todavía tengo la suerte de seguir trabajando. Y durante 50 años y más he pertenecido a la radio; hablo con los oyentes y los escucho, porque a ellos me debo”.
El gran cambio
“Con la estampida de los medios electrónicos en los 90 y antes, en la radio se produce el gran cambio: deja de ser ceremoniosa y pacata y pasa a ser ágil y dinámica. El locutor pasa de anunciar al comienzo y al final los temas a hablar rápido, encuentra el humor, se ablanda. La radio se hace más fresca y la programación también se acelera. Nosotros tuvimos que subirnos a esa ola”, afirma María Eugenia Waldmeyer, locutora, periodista, abogada y docente de la UNT y de la Unsta.
“La radio subsiste porque tiene en sí misma una propuesta que los otros medios no pueden dar todavía, al menos, que es la compañía -resalta-. La radio no requiere del compromiso físico que haga que el oyente deba detenerse para escuchar; permite que uno ande y ella nos acompaña. Sí ha cambiado siguiendo los cambios tecnológicos, pero aun así sigue cumpliendo un rol que los otros medios no han logrado arrebatarle. Es muy importante entender que cada medio tiene su lenguaje, su protagonismo y su aporte en el campo de las comunicaciones y en Tucumán se ha dado igual que en el resto del país: la radio sí cambió, funciona cumpliendo su rol y surfea los cambios que se van produciendo; al igual que en los otros medios, nunca sabemos cómo siguen”.
Lejos de la ciudad
Si la radio urbana pelea por sus tribus de escuchas (muchos segmentados por barrios), en los pueblos y en el medio rural sigue siendo el medio de comunicación por antonomasia. Comunica en alto grado de interactividad con y entre oyentes, a quienes aglutina, y da y refuerza el sentido de pertenencia a su comunidad.
Son incontables las radios comunitarias que trabajan a pulmón en la provincia. Entre ellas la pionera fue Radio El Clavillo, que nació en Concepción el 6 de enero de 1986 como un emprendimiento privado. Fue la única AM del interior de la provincia y en su intenso desarrollo funcionó como una radio de carácter comunitario.
Más pequeñas, y entre muchas otras radios comunitarias, vale recordar que, por ejemplo, en Amaicha del Valle se dictan clases a través de la radio. La FM de Raco sigue el programa nacional “Seguimos estudiando” y los docentes van a la emisora, con lo cual, además de hacer compañía, la radio enseña. Otro ejemplo es la que gestiona la comunidad de Quilmes: FM Origen (90.1) transmite desde ese majestuoso valle, y es la primera radio de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita.
Justamente, desde Amaicha del Valle llegó un cálido saludo a LA GACETA, de parte de un conductor muy popular de la zona: Hola. Mi nombre es Rolando Segura, de la Comunidad Indígena de Amaicha del Valle. Soy locutor de Radio Comunitaria Amaicha. Desde el 88.7 Frecuencia Modulada, en su territorio indígena de los Valles Calchaquíes, se suma a la conmemoración del centenario del nacimiento de la radiofonía argentina, y reitera su compromiso con los derechos a la libertad de expresión de todos sus habitantes, en el marco de su modelo de gobernanza del buen vivir.
Por otro siglo de misterios detrás de una voz.
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