Después de la muerte de Solange, su padre Pablo Musse tuvo que presentar un recurso de amparo para poder asistir al velatorio. El juez Ricardo Bustos Fierro ordenó que pudiera circular con libertad por el territorio de Córdoba, un derecho que antes le había sido negado.
Solange , de 35 años, murió ayer de cáncer de mama. Su padre no pudo darle un último abrazo como ella pedía incesantemente. Solange tenía metástasis en los huesos, el pulmón y el corazón. Postrada en una cama y conectada a un respirador, la joven había formulado un último deseo: despedirse de su padre.
Ni las protestas del padre, ni las súplicas de la joven, ni la desgarradora carta que escribió y se hizo viral, pudieron con la frialdad de la burocracia. Su padre Pablo Musse viajó desde Neuquén -donde vive- hasta Córdoba, pero no le permitieron ingresar a la provincia y Solange murió sin que se cumplera su último deseo, sin recibir el abrazo que tanto esperaba.
Ahora un juez provincial autorizó a su familia a asistir al velatorio. El magistrado Ricardo Bustos Fierro, del Juzgado Federal N°1, hizo lugar a un recurso de amparo presentado por la familia y ordenó que al padre, al hermano y a la tía de Solange se les permita circular con libertad.