El virus no da respiro. Las cifras de contagio crecen, incluso después del reporte vespertino con el que se cierra la jornada. En un distrito con transmisión viral comunitaria, la covid-19 no duerme; tampoco el equipo de vigilancia epidemiológica. Hasta última hora, los funcionarios que dependen del Ministerio de Salud Pública siguen el minuto a minuto de los casos de covid-19. Hasta ayer, oficialmente se reportaron 50 casos positivos. La tercera tanda de muestras analizadas por el Laboratorio de Salud Pública y otros centros de referencia han cerrado la jornada con 564 hisopados y 81 casos positivos, una treintena más que hoy será incorporado oficialmente al panel de contagios.
La tarea de los agentes sanitarios crece día tras día. Una decena de organismos públicos, como la filial local de la Anses, y de empresas privadas, como el caso de Gasnor, tuvo que cerrar sus puertas al detectarse que algún empleado dio positivo para covid-19. La situación fue analizada en el seno del Comité Operativo de Emergencia (COE), que intercambió opiniones con empresarios, productores e industriales.
La primera recomendación fue extremar las medidas de prevención en materia de bioseguridad. Como lo dijo anoche a LA GACETA el director ejecutivo del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), Luis Medina Ruiz, “ningún comerciante, quiosquero, supermercadista y hasta los mismos clientes pueden interactuar si no tienen colocados los barbijos”.
“No sólo se pone en riesgo la integridad personal de comerciante y cliente, sino también el propio negocio que, en caso de contagios, debe cerrar por prevención”, indicó.
El nivel de contagiosidad de la covid-19 es muy elevado. Y la situación epidemiológica se complica más porque ocho de cada 10 personas que han contraído el virus son asintomáticos que pueden transitar libremente por las calles sin que sepan que están enfermos. “Esto se espiraliza; si una persona contrajo el virus, puede contagiar al comerciante, a otro cliente y, lo que es peor, exponer a algún familiar que esté en el denominado grupo de riesgo (comorbilidad o adulto mayor)”, expresó.
La experiencia adquirida con los casos detectados en algunas empresas cuando Tucumán aún estaba con contagios por conglomerados ha servido para que el COE diseñe alternativas para que las compañías privadas y los organismos públicos sigan sin paralizar permanentemente sus actividades. Medina Ruiz, en ese sentido, sugirió a los ejecutivos y a los funcionarios que dispongan, en lo posible, turnos laborales fijos y no rotativos, para identificar los equipos de trabajo y aislarlos en caso de ser necesario si se detecta el contagio de alguno de los empleados. “Hay empresas en las que parte del personal va a trabajar a la mañana y a la tarde y, en una situación excepcional como esta pandemia, consideramos que es oportuno evitar el contacto entre los grupos porque es más riesgoso. Con turnos fijos, se puede aislar a una determinada cantidad de empleados y, de ese modo, no afectará a toda la compañía”, ejemplificó el funcionario.
El director ejecutivo del Siprosa insistió, además, en que no se modificará el sistema de ingresos de las personas que vienen de otra jurisdicciones. En el COE hubo planteos acerca de la posibilidad de bajar los días de aislamiento para esos casos. “Hay una ley provincial que establece las pautas a seguir, que esa persona llegue con un PCR negativo para covid-19 y que se permite el ingreso por causas de fuerza mayor”, sintetizó.
Medina Ruiz insistió con que el virus se mueve rápidamente y se oculta más en personas que creen que están sanas. “De ninguna manera se está debilitando y eso lo observamos en distintas partes del mundo donde ya se han detectados rebrotes”, afirmó. Si bien en un principio se pensó que los adultos mayores y los grupos con enfermedades preexistentes eran los más expuestos a la covid-19, las estadísticas en la provincia demuestran que hay una transversalidad en los contagios y que, contrariamente a lo que se pensaba, la edad no es un factor decisivo para el contagio. “El promedio de edad de los infectados es de lo que se considera personas jóvenes (de entre 30 a 35 años). Del total de casos, un 20% puede llegar a enfermarse con la exteriorización de algún cuadro respiratorio o gastrointestinal y, de ese porcentaje, un 5% probablemente tenga que ir a terapia intensiva”, expuso. “A veces, el organismo reacciona de una manera desmedida en presencia de un virus. Por eso hay que cuidarse en todos los casos”, finalizó.