Biden, un sobreviviente que aspira a desplazar a Trump

Biden, un sobreviviente que aspira a desplazar a Trump

Heredero de la tradición de su partido, es la esperanza de los jóvenes demócratas. El veterano político aceptó la candidatura a la presidencia. Escándalos, tragedias, alianzas y una trayectoria de 50 años.

RECTA FINAL. Harris y Biden saludan después de aceptar las candidaturas, en la Convención Demócrata.  Reuters RECTA FINAL. Harris y Biden saludan después de aceptar las candidaturas, en la Convención Demócrata. Reuters
21 Agosto 2020

DELAWARE, Estados Unidos.- Joe Biden aceptó oficialmente su nominación como candidato a presidente de Estados Unidos, ante la Convención Nacional Demócrata. Dio así inicio al tramo final de la carrera hacia las elecciones de noviembre, en las que enfrentará a Donald Trump, que buscará la reelección.

Aunque, con el apoyo de la nueva generación demócrata, se convirtió en la esperanza para sacar a Trump de la Casa Blanca el senador, de 77 años, ex vicepresidente durante los dos mandatos de Barack Obama, se siente más cómodo con la tradicional base electoral demócrata que con los movimientos sociales y el progresismo.

En sus 50 años como dirigente logró reconvertirse luego de tragedias personales, escándalos y pujas políticas, con muchos críticos pero pocos enemigos.

Criado en una familia católica y de clase trabajadora, Biden acendió como joven promesa del Partido Demócrata muy rápido: a los 27 años fue concejal de la ciudad donde creció, New Castle, Delaware.

Dos años más tarde asumió como senador federal. Poco después de esa elección, su esposa Neilia y su hija Naomi, de un año, murieron en un accidente de auto, una tragedia que lo dejó a cargo de sus dos hijos mayores, Beau y Hunter, de dos y tres años. En 1977 se casó con su actual esposa, Jill.

Para 1987, cuando se avizoraba el final de los dos mandatos del republicano Ronald Reagan, el joven Biden había construido la imagen de renovación que los demócratas necesitaban. Pero su campaña no duró mucho.

Medio año antes del inicio de las primarias, la prensa reveló que había plagiado un discurso del entonces líder laborista británico sobre sus orígenes obreros. El escándalo por su discurso creció más cuando la prensa descubrió que Biden había plagiado un trabajo en la universidad y varios párrafos de discursos de Robert Kennedy.

Tras abandonar la carrera presidencial, volvió a concentrarse en el Senado. A lo largo de 36 años en ese cuerpo, ocupó cargos clave como referente demócrata de la cooperación bipartidista, en espejo de lo que hizo su amigo, el fallecido ex candidato presidencial John McCain para los republicanos.

A esta imagen de moderado y eficaz negociador se sumó la de experto en temas internacionales, tras casi una década como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. En 2008, se convirtió en el compañero de fórmula de Obama, la joven promesa demócrata.

En general, sus detractores no lo habían criticado como persona o líder hasta este año, cuando se conoció una denuncia de abuso sexual, se lo acusó de racista -incluso por su actual compañera de fórmula, Kamala Harris- y se visibilizó un posible tráfico de influencias a través de su hijo Hunter en Ucrania.

En 2016, muchos creyeron que Biden se había bajado de su última oportunidad para llegar a la Casa Blanca. Oficialmente argumentó que la muerte de cáncer de su hijo Beau, en 2013, fue demasiado.

La victoria de Trump con los votos de muchos trabajadores de clase media desilusionados y la falta de un candidato opositor claro en medio de una creciente crisis de identidad de los demócratas volvieron a convertir a Biden -confiable miembro del aparato partidista y figura aceptable para los republicanos desencantados- en la esperanza de cambio, a sus 77 años. (Télam)

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