Juan Bautista Alberdi celebró ayer un alivio. Los dos vecinos transportistas por los que se activó el protocolo por covid-19, luego de un test rápido practicado en Huacra que los dejó en aislamiento en Catamarca, dieron negativo en el hisopado. La Municipalidad, entonces, sigue por ahora invicta en la pandemia. Esa es una de las características que tiene en común con Graneros. La otra que es que ambos distritos son administrados mujeres.
“Es muy dura esta lucha. Y es de todos los días. Los funcionarios estamos en la trinchera y nos cuesta contener, inclusive, a los jóvenes que se sumaron a esta pelea contra la pandemia como colaboradores. El anuncio de esta semana, que declaró la circulación viral Tucumán, fue un golpe anímico después de tanta lucha. Los chicos, que dejan todo en la calle para ayudar a la comunidad, se vienen abajo”, asevera la intendenta Sandra Figueroa.
Los jóvenes a los que se refiere integran los equipos de control sanitario apostados en los ingresos de la ciudad, los de la Patrulla Urbana municipal y los que monitorean el cumplimiento de las normas de la “nueva normalidad” dentro del ejido urbano.
“Nuestra idea es no cerrar las puertas de los negocios. Debemos pensar en frío y actuar con responsabilidad. Si aparecen casos, Dios no lo permita, habrá que retroceder de fase. Habrá que aunar criterios para, por ejemplo, restringir horarios”, propone.
Figuero también lidia con circunstancias del interior, que están más allá de los protocolos que se diseñan en las capitales.
“Hay 300 familias que viven de la actividad azucarera y trabajan en el campo. Es impensable plantearles ahora, en plena zafra, que deben quedarse encerrados en sus casas. Y aunque alguien quisiera hacerlo, sería imposible lograrlo. ¿Qué van a comer? Otro tanto se plantea con los trabajadores ‘golondrina’, cuya situación también nos preocupa. Tratamos de velar por todos”, plantea.
Precisamente, la jefa municipal reconoce que “el trabajo social es redoblado para que a nadie le falta ni alimentos, ni medicamentos ni abrigo”. Es que la pobreza se cronifica de modo directamente proporcional con la distancia respecto de la plaza Independencia.
“En Alberdi trabajamos para la erradicación de ranchos. Reemplazarlos por una casita prefabricada, en un terreno previamente limpiado, les cambia la vida a familias enteras”, describe Figueroa, a 100 kilómetros de San Miguel de Tucumán.
Los conflictos
¿Por qué las mujeres, según las estadísticas, son particularmente eficientes en los resultados de la cuarentena sanitaria?
“Creo que las mujeres somos más exigentes del cumplimiento de las reglas. Eso genera resistencia, sobre todo en algunos hombres. Pasa en el hogar y pasa en la Municipalidad, que termina siendo en muchos aspectos una ‘casa grande’. A menudo, hay que ser madre, hermana o vecina, según los planteos que trae la gente”, describe la intendenta.
“Exijo a rajatabla las medidas de prevención de la pandemia. Es una manera de construir autoridad en el contexto de sociedades machistas. Pero lo hago también porque creo que, de lo contrario, les estoy faltando el respeto a los jóvenes que están colaborando. Así que no hago diferencias para nadie: los proveedores tienen establecidos horarios para ingresar a lo largo de toda la jornada. Y los particulares que vienen de otras jurisdicciones, salvo que sea una emergencia, pueden ingresar sólo hasta las 13”, describió.
“Es muy duro para una gestión que está encabezada por una mujer trabajar en un mundo que resultar ser muy machista”, remarca la jefa municipal. Y denuncia que viene siendo víctima de campañas difamatorias en las redes sociales. “Me faltan el respeto como persona, como mujer, como esposa, como madre. Y hay hombres detrás de todo ello. Además de cobardes, no miden las consecuencias. Es común que la gente diga que a los políticos todo les resbala. Pero somos seres humanos: sentimos las cosas y nos duelen. Y sobre todo, les dueles a los miembros de nuestras familias”, puntualiza.
Figueroa condena que a los jóvenes que controlan los ingresos a la ciudad también se los insulte. “Hay mucha gente que parece no darse cuenta de que ellos están ahí para protegernos a todos. Incluso a los que intentan denigrarlos. Entonces, si yo no cumpliera con las disposiciones, les estaría fallando”, subraya.
Justamente, hace hincapié en que la lucha contra la pandemia no es sólo tarea de las autoridades. “Si hay circulación viral hoy en la provincia es también, y en enorme medida, responsabilidad de los ciudadanos. O de una porción importante de ellos. Lamentablemente, da la impresión de que fuéramos hijos del rigor. Hasta el punto de que ahora tendrán que aplicarse multas para quienes no cumplan con una exigencia tan doméstica como ponerse un barbijo”, argumentó.
Los desafíos
Alberdi se encuentra dentro del Pacto Social, por el que la Provincia garantiza el pago de los sueldos. “Los cuatro años del macrismo fueron muy duros aquí. El Gobierno provincial fue el que puso el hombro y que hoy tengamos paz social es muchísimo. Hoy, el 80% de los contribuyentes no puede afrontar el pago de los impuestos. Y yo los entiendo: no puedo exigirles otra cosa”, alegó.
Dos son los principales destinos del gasto municipal alberdiano: la ayuda social y las obras para mitigar las inundaciones.
“Invertimos en puentes nuevos en los caminos a Yaquilo y a Los Guayacanes, junto con el reacondicionamiento de los respectivos canales. Si el clima nos permite completar la actual etapa del plan maestro, el 70% del agua del piedemonte será derivada al río Marapa por El Badén”, explicó.
El uso del suelo en las zonas rurales ha cambiado en Alberdi, explica la intendenta. En el piedemonte ya casi no hay cañaverales ni tabacales, sino citrus, papa y arándano, describe.
“Las inundaciones arrastran sedimentos, que afecta no sólo los canales sino que incluso colapsa e inutiliza tendidos enteros de la red de cloacas. Hemos puesto buena parte de nuestro esfuerzo económico en esas obras, porque sufrir anegamientos y tener que evacuar personas en contexto de la pandemia puede ser muy delicado. Y hay problemas adicionales, como el hecho de que la infraestructura nacional le ha colocado una suerte de tres diques a Alberdi: las vías del ferrocarril, la ruta 38 y, ahora, la nueva traza de la 38”, enumeró.
Camas y controles
Para aislarse dentro de un Centro Cultural
El Centro Cultural de la Municipalidad está disponible como centro de aislamiento para 40 personas, detalla la intendenta Sandra Figueroa. El hospital, además, tiene capacidad para 30 pacientes. Desde esta semana, además, se convirtió a las calles Nougués y Sortheix como vías exclusivas para tránsito pesado del ingenio Marapa y para el ingreso de proveedores. Allí se apostaron personal de seguridad y enfermeros a los que se proveyó de equipos para testeos adquiridos por la intendencia. Hay puestos de control en los tres accesos de la ciudad, en Donato Álvarez, en Yánima y en el paso del Molino.