Reciclaje y sustentabilidad: la venta de ropa usada, una actividad que creció durante la cuarentena
Con el aislamiento, muchos comenzaron a mirar más para adentro, a prestar más atención a aquellas cosas que antes casi no notaban, a brindarle tiempo a las plantas y a mejorar un poco la casa. En el proceso, el desprendimiento y la limpieza ganaron lugar y llenaron el espacio que el aburrimiento y la incertidumbre estaban dejando. Y fue justo en ese momento que la atención se desvió hacia el placard. Es que, en la rutina, pocos se fijan en lo que tienen y sólo se dan un tiempo cuando las estaciones cambian y el frío o el calor empiezan a molestar. Ahora, que las vueltas de las agujas del reloj parecen sobrar, muchos aprovecharon para despojarse de las prendas que no usan y de paso generar algo de dinero que en este momento de crisis no viene nada mal.
“Noté que ahora hay mucha más gente interesada en reciclar y en comprar ropa usada; buscan gastar menos y hay una apertura e interés más fuerte por la moda sustentable. Tratan de contaminar menos y de cuidar al planeta y eso es muy bueno”, dijo Verónica Mancera, dueña de Vema House. El emprendimiento comenzó en mayo, en medio de la cuarentena, primero ofreciendo ropa nueva y agregando luego prendas de segunda mano.
"Vema nació primero como un emprendimiento paralelo a mi proyecto de comunicación, ya que soy Licenciada, y a la actuación también", contó su dueña. Por el momento, Vema trabaja solamente de forma online y con envíos a domicilio.
Las páginas y las cuentas en redes sociales dedicadas a la venta de ropa usada se reprodujeron. Es así que en nuestra provincia podemos nombrar algunas como #The 2nd Hand Project, Binhshi, Vema, Compedio y Ver lo que no viste, entre otras. A nivel nacional, una de las más reconocidas es Renová Tu Vestidor, que presenta hasta placares de famosas que venden sus prendas online.
“La idea es combinar la moda con el arte y lo vintage. Espero en un futuro cercano poder ampliar el equipo y hacer algunos días de showrooms cuando pase la cuarentena, para que la gente pueda ver y tocar la ropa”, agregó Mancera.
La mayoría trabaja de forma virtual, pero si bien las redes son el fuerte, algunos tienen además un local a la calle al que la gente puede asistir para comprar o bien para dejar alguna prenda. Binhshi es uno de ellos. El emprendimiento nació hace un poco más de un año, luego de que su dueña Shirly Movsovich se recibiera. “Primero comenzó como una feria que hacía algunos días en mi casa, pero luego vi dos caminos: o explotar el universo online o poner un local a la calle, y elegí la segunda opción”, contó.
Binhshi ofrece ropa de segunda mano, accesorios y complementos de otras épocas, y apuesta a armar conjuntos más originales siguiendo la personalidad de cada cliente. “Recuperamos tesoros y los curamos. El hecho de que traigan consigo una historia y que en nuestro local se reinventen, me copa”, mencionó.
Movsovich trabaja a consignación. El proveedor deja la ropa, ella la selecciona (bajo ciertos criterios), coloca precio y la persona se lleva una comisión por venta. Lo importante es la calidad, la antigüedad, las telas y el estado de la prenda.
“Compendio nació en 2016 por una necesidad y una búsqueda personal. Empezar a ir a ferias y encontrar prendas únicas me generó una obsesión por el estilo vintage, por lo atemporal, por esas prendas que no responden a una moda pasajera. Fue entonces cuando trasladé esta actividad que tanto disfrutaba, seleccionar prendas de segunda mano, en el emprendimiento que hoy me provee de las mejores experiencias y de trabajar de lo que me gusta”, explicó la emprendedora Florencia Villafañe.
Flor y su novio, Axel, manejan el emprendimiento. Su proceso de selección de la indumentaria incluye la participación de las ferias ya que en esos encuentros, la pareja, logra conseguir las prendas vintage que luego acondicionan, curan y revenden. Muchas veces, los propios clientes son los que posan en las producciones fotográficas de Compendio.
Lourdes Flores también aprovechó la pandemia y la pausa presencial en las clases de la universidad para animarse a comenzar su emprendimiento. Por el amor a la moda y ante la necesidad de deshacerse de algunas prendas que ya no usaba, abrió virtualmente Ver lo que no viste, su cuenta de Instagram en la cual vende indumentaria vintage y de segunda mano.
“Empecé hace poco, durante el aislamiento y ya hice varias ventas por suerte. La idea es seleccionar prendas únicas y fomentar un consumo consciente”, contó la joven estudiante y, ahora, emprendedora.
Hace casi un año y medio, #The 2nd Hand Project se instaló en la provincia. Es el último proyecto de la diseñadora de indumentaria, Rocío Arredondo Pensotti, quien se dedica exclusivamente a la curaduría y al rediseño de las prendas. Como en los otros emprendimientos, el objetivo de esta marca es fomentar la sustentabilidad y enfocarse en la indumentaria vintage porque “la moda siempre se renueva”.
A Pensotti le apasiona la moda y el estilismo y, en su proyecto, conjuga ambas destrezas. Como emprendedora, el aislamiento la ayudó a pensar en formas de reinventarse y de hacer, con herramientas limitadas, que su negocio funciones. A medida que se fueron flexibilizando las actividades por la pandemia, pudo retomar las sesiones de fotos de las prendas, que son uno de los puntos más fuertes para activar la venta online y atraer clientes.
Prendas que “no cumplieron su ciclo de vida”, la pasión por la moda, el reinventarse constantemente y fomentar el cuidado del medio ambiente, son las premisas básicas que se repiten en cada una de las emprendedoras de este tipo de segmento.
A nivel nacional
Una de las empresas ya instaladas hace algunos años en el mercado de la ropa usada y "ferias" online es Renová Tu Vestidor. La página web funciona como un sitio de compra-venta de ropa y accesorios de mujer y de niños, en el que las personas se registran para vender lo que ya no necesitan.
Si bien Renová tu Vestidor es una plataforma más amplia, en la que las vendedoras venden ellas mismas sus productos, se apela a que se publiquen cosas en buen estado y no se mienta al respecto. Para ello tiene muchas normas que apoyan al comprador y brindan mayor seguridad en caso de que las reglas se rompan.