Durante el velorio, una guardia de Infantería custodiaba la casa de un joven acusado por el homicidio de su vecina. La medida se tomó para evitar que hubiera más violencia durante el funeral de Beatriz Mercedes Acuña, de 51 años, quien recibió un disparo en la cabeza cuando intentaba calmar una pelea entre su hijo Nahuel Rojas y su vecino Axel, de 22 años. El asesinato ocurrió en la madrugada de ayer en la esquina de Chile (altura 1.900) y pasaje Gioconda, del barrio capitalino Juan XXIII.
Se trata del tercer homicidio en menos de 72 horas, y del segundo que ocurre de forma consecutiva en el mismo barrio, tras la muerte de Juan Rodrigo “Lolo” Coronel, de 21 años, quien falleció en la madrigada del domingo de un disparo, en Chile al 2.300. El primer caso se había registrado en Lastenia el sábado a la mañana, cuando Federico Domingo Mena murió tras ser atacado a puñaladas. En lo que va del año se van contabilizando 86 homicidios en la provincia, según refleja el archivo de LA GACETA.
Un caos
Según la investigación judicial, el acusado junto con un amigo se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas cuando comenzaron a discutir con Rojas, quien vive en la casa contigua. En ese contexto, Acuña habría salido de su vivienda para intentar calmar el conflicto, pero Axel habría sacado un arma en ese momento y habría comenzado a efectuar disparos, hiriendo así en el cráneo a la mujer. Acuña fue trasladada al hospital Avellaneda donde se confirmó su fallecimiento.
En la escena del crimen, intervino la fiscalía de Homicidios, que encabeza Adriana Giannoni, el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales y la División Homicidios de la Policía. El acusado por el crimen ya fue detenido. “Solicitaremos medidas judiciales para encontrar el arma de fuego y de otros elementos que aporten al esclarecimiento de la causa”, indicó Diego Bernachi, jefe de la división Homicidios.
Fuentes judiciales indicaron que la pelea que detonó el crimen podría haber sido una discusión vinculada al narcomenudeo. “El problema fue con dos primos que venden droga, andan armados y se hacen los pesados. Mataron a la señora porque no valen nada”, aseguró Alberto, quien prefirió preservar su apellido cuando fue consultado por este diario.
El hecho de sangre ocurrió a 100 metros del destacamento de la subjefatura de Policía, ubicada en la esquina de San Miguel y Chile. “El 911 está en medio del barrio, escuchan los tiros igual que nosotros. Ellos van cuando ya pasó todo”, señaló Gustavo Romero, un vecino que pasó por el velorio. (Producción periodística Santiago Re)