Preocupados, llenos de angustia, aunque otros resignados. Así se exhibieron ayer los habitantes de las cuatro manzanas valladas del barrio Municipal de Concepción. La medida instrumentada por el Comité de Emergencia de la Provincia entró en vigencia a partir del sábado a la noche y por 14 días luego de confirmarse cinco casos de covid-19 en el lugar. Restan aún conocerse el resultado de unos 50 hisopados en las últimas horas. Concepción registraba hasta la tarde 29 casos positivos de un total de 192 hisopados. El objetivo del vallado, tal como sucedió en Lastenia, es el de evitar la propagación del virus. “Uno tiene que trabajar, vencimientos de pago que cumplir, cobro de haberes por realizar y otras diligencias y hemos quedado aquí atrapados, sin poder salir”, planteó a los gritos Luis Britos, desde el otro lado de la valla en la esquina de Juramento y Almafuerte, uno de los accesos. Doña Adela Reartez reveló su preocupación por el hecho de que su nieto Germán, de un año y medio, tiene un problema de bronquios y con turno para su pediatra. El pequeño no está bien y necesita asistencia. “Mi hijo y mi nuera están desesperados porque no van a poder llevarlo”, dijo. Su caso fue derivado a un asistente social. Otros lugareños reclamaron el agotamiento de sus medicamentos o, en el caso de dos celíacos, de la alimentación especial que consumen.
Samuel Ocampo, por su parte, vive una situación inimaginable. Es del barrio Riera y el sábado a la tarde llegó con su hijo Agustín a visitar a unos parientes del sector ahora bloqueado. Ahí quedó sin poder salir. “No sabía de ésta medida y el domingo a la mañana desperté con la novedad. Me preocupa mi casa y otros bienes que tengo. No sé qué puedo hacer para por lo menos ir a asegurar las cosas a fin de que no me roben”, expuso. Otro hombre, que solo se identificó como Carlos, lanzó en cambio su queja por las “farras que estallaron este fin de semana del otro lado de la valla”. “No es posible que mientras nosotros nos sacrificamos respetando esta medida, para evitar que el virus no siga infectando, otros no paran con las fiestas. Al parecer nadie controla esto” planteó.
Importa la tranquilidad
El ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, y el intendente, Roberto Sánchez, fueron quienes se encargaron de escuchar y responder en la mañana las quejas de los vecinos. “Todas las inquietudes que ustedes tienen las vamos a ir respondiendo. Pero en este momento lo importante es que permanezcan tranquilos. Esto va a durar poco. Apenas 14 días. Nadie tiene la culpa de lo que padecen. Estamos ante un virus que viajó desde China y ahora está aquí”, dijo el funcionario provincial. “A los celíacos les acercaremos los alimentos que requieren y al resto se les irán solucionando sus inconveniente de una u otra forma”, apuntó Yedlin.
Equipos epidemiológicos del Siprosa avanzaron con los testeos e hisopados y otros de Desarrollo Social con la tarea de relevamiento de las necesidades de los habitantes. Personal de la Dirección de Medio Ambiente Municipal, a cargo de Fernando Molina, trabajan sin tregua en la labor de desinfección de las manzanas valladas y en el sanitizado de los alimentos y otros elementos que les acercan sus parientes a los aislados.
Durante el día hubo un desfile incesante de estas personas. “Esta es una experiencia nueva para todos. La gente al principio se mostró nerviosa, pero ahora se la ve más tranquila. Uno trata darle tranquilidad”, comentó Miguel Recio, uno de los que trabajan en el puesto de sanitización.
La tarea la realiza, junto a otros operarios, con amonio cuaternario. Se trata de una sustancia que tiene un alto poder de desinfección y que no es tóxica para las personas, según precisó Molina.
El intendente Sánchez charló bastante con los vecinos tratando de tranquilizarlos frente a sus preocupaciones particulares. “A los que tienen obligaciones laborales el Ministerio de Salud les va a dar certificados que justifiquen su inasistencia frente a esta situación excepcional”, aseguró. “Aquí todos tenemos que estar tranquilos porque hay equipos que están trabajando en atender todas las necesidades”, acotó.
El jefe de Zona 1 de la Regional Sur, comisario principal Gustavo Gómez, a cargo de la seguridad en la zona, admitió que pese a los controles las diversiones no cesaron el fin de semana. “Aquí y en todos los lugares hubo diversiones, principalmente de jóvenes. Actuamos dispersando varias, incluso se practicaron secuestros de autos con personas ebrias”, apuntó el alto oficial. “No todos toman conciencia de la situación que estamos viviendo. Y no se cuidan”, remató.