Kalidou Koulibaly intentó despejar desde el fondo de su campo de juego un balón que tenía dominado, pero en la trayectoria para completar la acción su pierna derecha se encontró con el tobillo izquierdo de Lionel Messi, que fue a marcarlo con guapeza. La imagen del impacto de las extremidades del africano de 1,86 metros y 91 kilos y la del rosarino, 16 centímetros más bajo y 20 kilos más delgado, fue tremenda. Los dos terminaron rendidos y retorciéndose del dolor en el césped aunque, al menos visualmente, lo peor se lo había llevado “La Pulga”.
Sin embargo, para alivio de los fanáticos y del cuerpo técnico “culé”, el mismo DT de Barcelona, Quique Setién, en la conferencia de prensa empezó a llevar calma. Era necesaria tras el patadón del jugador de Napoli que derivó en el penal que completó los tres goles (3-1 fue el resultado final) con que Barcelona accedió a los cuartos de final de la Champions League.
“Habrá que tratarlo pero no creo que haya problema para que pueda jugar”, afirmó el director técnico. Entonces Messi será tratado por un fuerte golpe en el pie izquierdo, no hay más que decir, ni evaluar. “Lio”, de excelente primer tiempo, pudo seguir jugando todo el partido. Quiso que Luis Suárez ejecutara el penal y sólo se lo vio incómodo un par de minutos, los quedaban para que finalizara la primera parte.
Para que esté presente ante Bayern Munich, rival a superar para acceder a las semifinales, los médicos empezaron a trabajar en el problema apenas terminó el partido. En ese momento, los músculos se enfriaron, el dolor apareció, el hematoma era claro y la zona estaba inflamada.
Analgésicos para eliminar los dolores fueron la primera medida. Desde ayer por la mañana empezó a tomar antinflamatorios, pero la clave estará en las 48 horas de reposo recomendadas, por lo que ni hoy ni mañana entrenará a la par de sus compañeros. Tampoco se descarta que el descanso para el capitán de Barcelona sea hasta el miércoles. La agenda del equipo de Setién tiene programada la salida hacia Portugal para el jueves en un vuelo chárter. Esa misma tarde se hará una práctica liviana ya en tierras portuguesas. Para el encuentro del viernes, Barcelona podrá contar con Arturo Vidal y Sergio Busquets quienes cumplieron con las suspensiones.
El rival
Por su parte, Bayern Munich que finiquitó su serie ante Chelsea por un global de 7-1, tuvo un “regalo” de parte de su satisfecho entrenador Hansi Flick: tiempo para un desayuno en familia en la mañana de ayer, antes de que por la tarde el equipo viajara a Portugal. “Queríamos ganar y retomar allí donde habíamos dejado. Eso el equipo lo hizo muy bien”, dijo Flick. En Lagos, a unos 300 kilómetros de Lisboa, el campeón de la Bundesliga se preparará para enfrentar a Messi y compañía. El momento decisivo de será el viernes en el estadio Da Luz de Benfica. (Especial)