El fútbol es cambiante. Las alegrías son como estrellas fugaces que desaparecen rápidamente y las frustraciones se evaporan en un abrir y cerrar de ojos. La Liga de Campeones es el fiel reflejo de eso. Hace unos días, Juventus festejaba al ganar su noveno título consecutivo en Italia y Real Madrid destronaba en España a Barcelona, cuyo futuro estaba lleno de nubarrones. Ahora la moneda muestra la otra cara. Los catalanes se ilusionan con volver a reinar en Europa, mientras que los italianos y los madrileños comenzaron sus vacaciones.
De la mano de Lionel Messi, otra vez clave para inclinar la balanza, Barcelona eliminó a Nápoli con mayor holgura en el marcador que en el juego y avanzó a los cuartos de final de la principal competencia a nivel de clubes, algo que consiguió en las últimas 13 temporadas consecutivas. En el Camp Nou venció por 3 a 1 y definió a su favor la serie contra Nápoli -4 a 2 en el global-, pero el resultado no refleja con claridad lo que pasó en la cancha. Tal vez por relajación después de ponerse 3-0 arriba (Messi marcó un gol, le hicieron el penal para que anote Suárez y le anularon insólitamente otro tanto por sugerencia del VAR, que observó una mano inexistente) o porque se quedó sin resto físico, el local aflojó. Los italianos descontaron y terminaron inclinando la cancha hacia el arco de André ter Stegen, convertido otra vez en figura.
Tres partidos separan a Barcelona de una posible nueva coronación. Su carta ganadora es Messi, quien tiene como principal aliado al arquero alemán. Desde lo colectivo no se muestra como una formación sólida. Al contrario. Ayer terminó arrinconado en su área por Nápoli, que lejos está de ser una potencia a nivel europeo. Lo que viene será mucho más duro. Bayern Munich se cruzará en su camino en cuartos de final después de liquidar su serie frente a Chelsea por un global de 7 a 1 tras golear ayer 4 a 1. “No nos alcanzó ni para ganar la Liga”, señaló enojando Messi mientras Real Madrid daba la vuelta olímpica. ¿Les alcanzará ahora? Difícil saberlo. Para eso será necesario esperar hasta el viernes. Bayern Munich será una verdadera prueba de fuego.
Pirlo, DT de Juventus
La eliminación de la Liga de Campeones trajo consecuencias. Juventus despidió al técnico Maurizio Sarri y de inmediato designó a Andrea Pirlo para reemplazarlo.
El exfutbolista, de 41 años, fue contratado hace pocos días para que sea el entrenador del equipo Sub 23, pero a causa de los resultados dio un salto inesperado. En el fútbol todo cambia rápidamente.