Los estudios realizados por técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) concluyeron que durante el mes pasado se registraron heladas muy variables en toda la extensión del área referenciada (Tabla 1). En el norte se computaron heladas suaves a moderadas, con frecuencias de entre una y nueve heladas meteorológicas y duraciones que van de las dos hasta las 40 horas acumuladas a lo largo del mes. Las intensidades variaron de -0,5º C (ex Granja Modelo) a -3,3º C (El Chañar).
En el sur las heladas fueron de suaves a severas, con frecuencias que fluctuaron entre una y 14 heladas meteorológicas, con duraciones acumuladas que van de unos pocos minutos en las zonas más protegidas a valores de hasta casi 70 horas. Las intensidades estuvieron en el orden de los 0º C (Alpachiri) a -4,1º C (Monte Grande).
Si bien aún resulta prematuro evaluar el impacto del fenómeno, ya se observan en algunas quintas brotes, flores, cuajes recientes y algunos frutos de mayor tamaño y más expuestos con daños típicos por bajas temperaturas.
Para poder calificar las heladas de este año se realizó un comparativo con las ocurridas en idéntico bimestre en el período 2007-2019. La tabla 2 muestra las situaciones más destacadas de cada campaña.
De esta comparación se pudo evidenciar que en los últimos 12 años sólo se produjeron heladas severas -temperaturas por debajo de los -4º C- en 2009, en 2011, en 2013 y este año, con duraciones máximas diarias mayores o iguales a 10 horas. Estos mismos años, con excepción de 2009, comparten además duraciones acumuladas superiores a las 40 horas.
En cuanto a la frecuencia, los años con mayor cantidad de heladas meteorológicas son 2009, 2011 y este año. En todos los casos, con más de 10 heladas meteorológicas en el mes. Asimismo, la producción en 2010, 2012 y 2014 resultó un 23%, un 12% y un 47%, respectivamente, inferiores a los años cuando se dieron las heladas.
Debido a ello resulta interesante hacer un comparativo de la presente campaña con estos años, en cuanto a la evolución de las condiciones hídricas a idéntico período, ya que es uno de los factores que podrían influir en el daño por frío. Para ello se tomaron como referencia cuatro localidades ubicadas a lo largo del área pedemontana; de norte a sur: Taruca Pampa (Burruyacú), El Colmenar, Monte Grande (Famaillá), Capitán Cáceres (Monteros) y Monte Bello (Río Chico), y las precipitaciones acumuladas de setiembre a julio.
En la campaña actual, Taruca Pampa es la única que presenta valores acumulados de precipitaciones superiores a la campaña 2008-2009 y del valor normal. En las demás localidades, ambas campañas terminan con un acumulado muy parecido, pero por debajo del valor de referencia.
Si tomamos como referencia de comparación el período 2010-2011 vemos que, a diferencia de esta campaña, aquella tuvo mejores aportes hídricos y su curva de precipitaciones acumuladas estuvo siempre por encima de la normal en las cuatro localidades.
A diferencia de las otras campañas, la 2012-2013 es la única que llega a fines de julio con acumulados acentuadamente por debajo de la normal en todas las localidades (200 a 300 mm menos).
Si bien resulta factible observar cierta alternancia en la producción de los cítricos, esta se puede ver acentuada o atenuada en función de las condiciones meteorológicas que ocurren durante la campaña. Actualmente, podemos mencionar que las heladas ocurridas fueron de consideración en algunas zonas y que estas se producen en un momento en que los perfiles de los suelos se encuentran con niveles de humedad muy bajos, como consecuencia de la marcada falta de lluvias en los últimos meses.
Si bien aún es prematuro analizar el impacto de estas heladas en la producción, la disponibilidad de estos antecedentes resulta de gran interés para futuros análisis.
Este informe fue elaborado íntegramente con la información referente a heladas, disponible en la página web de la sección Agrometeorología de la Eeaoc, http://agromet.eeaoc.gob.ar.