06 Agosto 2020
Esta imagen, de miles de personas, no se repetirá mañana. LA GACETA/FOTO DE HÉCTOR PERALTA
La imagen de mañana será muy diferente a la de todos los años. Cada 7 de agosto, miles de fieles y devotos de San Cayetano hacen fila para ingresa a la iglesia del patrono del pan y del trabajo. Pero la pandemia de coronavirus hará que, en esta ocasión, la celebración sea muy particular.
El templo estará abierto de 7 a 15 y de 17 a 21. En esos horarios, los fieles podrán acceder a rezar, dejar las donaciones y salir. Habrá, además, un protocolo de sanitización de calzados, de manos y se tomará la temperatua a quienes ingresen. Sin barbijo, nadie podrá acceder al templo.
Savino Tapia, sacerdote a cargo del templo, instó en particular a que no concurran las personas mayores de 60 años.
Entre las 15 y las 17 habrá una misa oficiada por Tapia y por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, pero no se permitirá el ingreso de nadie.
Tampoco habrá una procesión, sino que se hará un recorrido de las imágenes de San Cayetano y de la Virgen María, que serán transportadas en vehículos. Habrá dos salidas del santo: una por la mañana, con un recorrido por las principales parroquias del área céntrica de la ciudad (desde las 10 hasta las 13); y otra por la tarde, a partir de las 17.15, pasando por distintas calles del barrio San Cayetano. De nuevo, el pedido de la Iglesia es que la gente no siga a los vehículos, para evitar las aglomeraciones.
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Carlos Sánchez
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